A principios de año nos conmocionaron las imágenes de la ola de frío polar que cubrió de nieve las tiendas de campaña de las personas refugiadas en Grecia. Estas temperaturas extremas pusieron de relieve las condiciones sumamente difíciles en las que viven estas personas y la falta de medios para ayudarles en situaciones de emergencia.
A ello le han seguido una serie de suicidios y casos de autolesión de personas refugiadas y solicitantes de asilo. La última, el intento de suicido de un refugiado sirio en la isla de Quíos. Esta persona se quemó a lo bonzo como forma de protesta por el retraso en el procesamiento de su demanda de asilo. Sufre quemaduras en el 90% de su cuerpo y ha sido trasladado a Atenas para recibir tratamiento médico.
En la isla de Quíos la situación es especialmente difícil. El pasado mes de noviembre, presuntos ultraderechistas atacaron a la población refugiada del campo de Souda e hirieron al menos a dos personas. Dos activistas que intentaron ayudar a personas refugiadas también sufrieron agresiones y tuvieron que ser hospitalizados.“Esta tragedia demuestra la completa falta de esperanza de los miles de personas que se hallan atrapadas en Grecia, especialmente en las islas. Sumada a las terribles condiciones de vida, la incertidumbre está afectando gravemente su bienestar y su salud mental.”
Gauri Van Gulik, directora adjunta de Amnistía Internacional para Europa
Las condiciones en el campamento de Souda en la isla de Quíos son especialmente difíciles para las personas refugiadas que viven en condiciones desastrosas. Muchas de estas personas, incluyendo familias vulnerables, duermen en tiendas de campaña al lado de la playa sin agua caliente ni calefacción. Algunas han sufrido ataques racistas. © Giorgos Moutafis/Amnesty International
Ayúdanos a presionar al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker para que priorice las vidas humanas y consiga el compromiso de los gobiernos de la Unión Europea para trasladar a las personas refugiadas fuera de las islas griegas y a otros países europeos. La Europa edificada sobre valores como la libertad, la democracia o los derechos humanos no puede dejar que los derechos y las vidas de las personas refugiadas en Grecia se trunquen.“Hay que poner fin al confinamiento en las islas y que trasladar a las personas solicitantes de asilo al territorio continental griego. Se les debe garantizar la debida recepción y la rápida tramitación de sus solicitudes para reubicarlas en otros países de la UE”Gauri Van Gulik, directora adjunta de Amnistía Internacional para Europa
