Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo
Personas libanesas que huyen hacia Siria de los bombardeos israelíes

Personas que huyen del Líbano en el paso fronterizo de Jdeidat Yabous, en el campo de Damasco, Siria, el 24 de septiembre de 2024. © Chine Nouvelle/SIPA/2409250853

Blog

5 claves para entender qué sucede entre Líbano e Israel

Carlos de las Heras, Responsable de Europa y Oriente Medio en Amnistía Internacional España,

La escalada de violencia entre Hezbolá y el ejército israelí no es nueva, pero en pocas ocasiones la tensión ha alcanzado un punto tan preocupante. Estas son algunas claves que nos pueden ayudar a comprender qué está sucediendo y que relación tiene con Gaza.

1.- Israel vs. Líbano. Una vecindad compleja

Entrenamientos de las tropas israelíes

Entrenamiento dirigido por el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Terrestres a pocos kilómetros de la frontera libanesa. Durante el ejercicio, las tropas mejoraron su preparación operativa y logística para diversos escenarios de combate, 25 de septiembre de 2024. © IDF/GPO/SIPA/2409261603

Líbano es un pequeño país de apenas 10.000 kilómetros cuadrados donde viven unos seis millones de personas. Tradicionalmente, ha acogido a multitud de comunidades religiosas y musulmanes, tanto suníes comochiíes, y cristianos han convivido pacíficamente. Tras la creación del Estado de Israel, en 1948, y la consiguiente expulsión de palestinos, también conocida como Nakba, Líbano acogió a más de 100.000 personas en campos de refugiados; personas que huyeron del Territorio Palestino Ocupado por Israel. A partir de entonces, la comunidad musulmana creció demográficamente y comenzaron enfrentamientos con los cristianos provocando una guerra civil que durante 15 años (1975-1990) causó la muerte de más de 130.000 personas.

Poco antes de la guerra, en 1970, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) fue expulsada de Jordania tras los enfrentamientos de “Septiembre Negro” y se instaló en Líbano. Esto no fue visto con buenos ojos por Israel, que invadió el país en tres ocasiones, la última de ellas en 2006, cuando integrantes de Hezbolá atacaron Israel, secuestraron a dos soldados y provocaron la muerte de otros ocho. La respuesta de Israel fue bombardear masivamente el sur de Líbano. En 34 días de enfrentamiento, murieron 1.100 personas en Líbano y 43 en Israel. Las investigaciones de Amnistía Internacional revelaron entonces que, durante el conflicto, las fuerzas israelíes habían llevado a cabo ataques indiscriminados y desproporcionados en gran escala, incluida la destrucción masiva de infraestructura civil. Las investigaciones también concluyeron que Hezbolá había llevado a cabo ataques directos e indiscriminados contra civiles, y parecía no haber tomado las precauciones necesarias para proteger a la población civil de Líbano de los efectos de los ataques israelíes.

2.- Hezbolá, uno de los grupos armados más fuertes en todo el mundo

Un partidario de Hezbola pinta un graffitti

Un partidario de Hezbolá pinta un graffiti con barro sobre un muro. © Levine/SIPA

Hezbolá, Partido de Dios en árabe, es una formación política y grupo armado libanés, de creencias chiíes. Surgió en 1982, tras una invasión de Israel en el sur de Líbano como respuesta a ataques de palestinos en esta zona del país. En 1985 publicó un manifiesto en el que planteaba la destrucción del Estado Israel como uno de sus objetivos. Desde entonces, Hezbolá se ha convertido en un actor muy importante en el día a día de Líbano. En 1992 se presentó a las elecciones, en las que ganó presencia en el sistema político libanés. Desde 2005 tiene una presencia constante en todos los gobiernos del país. En las elecciones de 2022 perdió poder en el Parlamento y contribuyó a un bloqueo que aún a día de hoy está presente en la política libanesa. Al mismo tiempo, desde su creación ha estado en el punto de mira de varios países por su cercanía a Irán o Siria y ha sido designado como organización terrorista por gran parte de la comunidad internacional.

Desde octubre de 2023, los ataques de Hamás en el sur de Israel y la respuesta de éste en Gaza, Hezbolá e Israel han mantenido hostilidades, en su mayoría limitadas al sur de Líbano y el norte de Israel. Entre el 10 y el 16 de octubre de 2023, el ejército israelí lanzó proyectiles de artillería que contenían fósforo blanco –un arma incendiaria–. Este uso ilegítimo de fósforo blanco en la localidad de Dhayra, el 16 de octubre, puso en grave peligro la vida de la población civil: muchas personas tuvieron que ser hospitalizadas y quedaron desplazadas, y sus viviendas y coches se incendiaron. El 27 de julio, un ataque contra Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados, causó la muerte de 12 niños y niñas. Israel culpó a Hezbolá, organización que negó su responsabilidad. Como respuesta, el ejército bombardeó el sur de Beirut.

Hasta primeros de septiembre, los ataques israelíes en el sur de Líbano y el Bekaa han matado al menos a 137 civiles, según fuentes del Ministerio de Sanidad y Naciones Unidas, y más de 113.000 personas han sido desplazadas del sur de Líbano debido a las hostilidades en curso. Según las autoridades israelíes, Hezbolá y otros grupos armados han lanzado proyectiles contra el norte de Israel y causado la muerte de 14 civiles.

3.- Explosiones de buscas y walkie-talkies

© Mahmoud Zayyat/AFP via Getty Images

En medio de todas estas hostilidades, el pasado 17 de septiembre, entre las 3:30 p.m. y las 4:30 p.m. miles de buscas a largo de todo Líbano estallaron, causando la muerte de al menos 12 personas, entre ellas una niña de 9 años, un niño de 11 años y dos profesionales de la salud, y heridas al menos a 2.323. Al día siguiente, poco antes de las 5 p.m. del 18 de septiembre, las explosiones tuvieron como objetivo decenas de walkie-talkies portátiles. Murieron al menos 25 personas y más de 600 resultaron heridas.

Gracias al análisis de 12 vídeos que mostraban la explosión de los buscas el día 17, el Laboratorio de Pruebas del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional identificó como estas explosiones habían tenido lugar en zonas civiles concurridas, como calles residenciales y tiendas de comestibles, así como en domicilios.

Testigos de estas detonaciones entrevistados por personal de Amnistía nos contaron que los ataques provocaron el caos y temor entre la gente. Todas las personas con las que habló tenían una explicación diferente de los sucesos: una mujer de la ciudad meridional de Sur (Tiro) dijo que había visto a gente corriendo y que la sangre corría por la calle. Un camarero dijo que un hombre había pedido un café y luego se había disparado a sí mismo en su coche. Otra persona dijo que había explotado la batería de un coche. Una tercera dijo que algo había explotado en las manos de un hombre. Unos minutos después, un hombre le dijo que estaban explotando buscas: “Fue una situación de pánico en todos los sentidos de la palabra. Sigo sin poder comprenderlo. Es como si estuviéramos un episodio de Black Mirror (una serie distópica de la televisión británica), estas cosas no deberían pasar”, dijo. Otro testigo confirmó a Amnistía Internacional que los buscas habían pitado antes de detonar, lo que hizo que la gente se los llevara a la cara para mirar la pantalla. Un mecánico de Sur contó que el busca de un amigo empezó a pitar: “Lo tomó en las manos, yo estaba mirándolo, y decía ERROR. Me di la vuelta para agarrar mis cigarrillos y seguía estando a su lado y entonces el busca explotó. Perdió la mano y los dos ojos”.

Al día siguiente, el 18 de septiembre, poco antes de las 5 p.m., detonaron más dispositivos electrónicos en todo el país, con explosiones en los suburbios del sur de Beirut, en ciudades y localidades del sur de Líbano y en el Bekaa. Estas explosiones fueron mayores que las de los buscas del día anterior y causaron incendios en apartamentos y comercios. El Ministerio de Comunicaciones libanés dijo que los dispositivos que habían explotado eran radios portátiles o walkie-talkies. Tras estas detonaciones, la Defensa Civil libanesa declaró que su personal trabajó para apagar incendios que habían estallado en 60 viviendas y comercios, 15 vehículos y decenas de motocicletas. Dos de estas explosiones tuvieron lugar mientras centenares de hombres, mujeres, niños y niñas y personas mayores asistían al funeral de cuatro personas, entre ellas un niño y un profesional de la salud, que habían muerto a consecuencia de la denotación de buscas de la víspera.

“Dejé mi teléfono en casa, no he abierto un ordenador portátil, me volví paranoica. No quiero tocar nada que me conecte con Internet. Tampoco quiero que pase junto a mí una motocicleta, no quiero gente cerca de mí. Porque si tienen un dispositivo, me voy con ello.”

Persona testigo de las explosiones entrevistada por Amnistía Internacional

Todos estos ataques se han cometido mediante el uso de herramientas habituales de la vida cotidiana como buscas o walkie-talkies. Además, previendo la imposibilidad de que los perpetradores conocieran la identidad de todas las personas que habían recibido los dispositivos, quiénes los usarían y quién estaría cerca de ellas. Todos estos factores indican que los ataques fueron indiscriminados y, por tanto, ilegítimos. Como tales, deben ser investigados como crímenes de guerra.

4.- Israel bombardea Líbano, una vez más

Imagen de la destruccion que provocó la guerra de 2006 entre Israel y Líbano

Líbano-Beirut, edificios bombardeados por la aviación israelí en el sur de Beirut, bastión de Hezbolá, 27 de julio de 2006. © Alfred/SIPA

El lunes 23 de septiembre, Líbano sufrió su día más mortífero desde el final de la guerra civil en el país en 1990. Fue el comienzo de lo que Israel ha llamado Operación Flechas del Norte. Al menos 558 personas, entre ellas 50 niños y niñas y 94 mujeres, murieron y más de 1.800 resultaron heridas por ataques israelíes en tan solo un día, según el Ministerio de Salud libanés. Desde entonces, decenas más han muerto.

Los ataques de Hezbolá contra Israel también se han intensificado notablemente lanzando centenares de cohetes hacia el Norte de Israel y, según la información publicada en los medios de comunicación israelíes, al menos 15 personas han resultado heridas, la mayoría por metralla o escombros, y otras mientras trataban de ponerse a salvo.

Además de las cifras de gente muerte y herida, hay otra horrible cifra: la de las 500.000 personas que han tenido que ser evacuadas, que han perdido su hogar y que se han convertido en desplazadas en el sur de Líbano, de la Bekaa y de otras regiones que han sido objeto de intensos bombardeos. En el norte de Israel, a causa de los ataques de Líbano, unas 63.000 personas han tenido que desplazarse desde el pasado octubre.

En paralelo a estos bombardeos, el portavoz del ejército israelí emitió el 25 de septiembre una advertencia pública en árabe, en la que aconsejaba a la población que no regresara a sus hogares “hasta nuevo aviso” y declaraba que “los ataques aéreos continúan”.

Este tipo de órdenes (o advertencias, según el ejército israelí) no eximen a Israel de su responsabilidad, en virtud del derecho internacional humanitario, de distinguir entre objetivos militares y civiles, y de tomar todas las precauciones factibles para minimizar el daño a la población civil. Según el derecho internacional, una advertencia debe garantizar que se concede tiempo suficiente. Aun así, los llamamientos a la evacuación no convierten las zonas afectadas en zonas libres de fuego. Ya lo hemos visto en Gaza...

5.- ¿Puede Líbano convertirse en una nueva Gaza?

Edificios derruidos tras los ataques israelíes

Vista de los daños en la zona tras el ataque aéreo israelí, el 26 de septiembre de 2024 en el pueblo de Deir Al-Zahrani, Líbano. © Ousama Ayoub/SIPA

Durante todos estos años, como hemos venido viendo, los conflictos entre Israel y Hezbolá se han caracterizado por violaciones graves del derecho internacional humanitario. Con estos antecedentes, y los sucesos de estos últimos días, es extremadamente preocupante que las hostilidades provoquen mas muertes civiles, heridas y destrucción generalizada en Líbano e Israel.

Hasta ahora, parece que Israel está siguiendo una estrategia muy similar a la ya usada en la Franja de Gaza Ocupada. Además de los ataques aéreos, el ejército israelí ha ganado presencia en el norte del país y una intervención terrestre en Líbano podría tener consecuencias catastróficas para la población civil.

Es aquí donde tenemos que recordar, una vez más, la necesidad vital de que todas las partes en el conflicto cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario. Este mismo derecho requiere garantizar que sólo se atacan objetivos militares, evitar los ataques indiscriminados o desproporcionados y los ataques directos contra personas o bienes civiles, y tomar todas las precauciones factibles para minimizar el daño a las personas y las infraestructuras civiles.

Por otra parte, es urgente que la comunidad internacional deje de mirar a otro lado. Es imperante que todos los Estados detengan las transferencias de armas y otras formas de ayuda militar a Israel y Hezbolá debido al importante riesgo de que estas armas puedan ser utilizadas para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional humanitario, incluidos crímenes de guerra. Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU debe tomar todas las medidas a su alcance para garantizar la protección de la población civil y evitar más sufrimientos innecesarios.

Solo así, con respeto del maltrecho derecho internacional humanitario, se podrá evitar que Líbano se convierta en Gaza, donde la matanza de Israel ya ha causado la muerte de más de 42.000 palestinos y palestinas en el último año.

 

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.