Londres.- Amnistía Internacional expresa su satisfacción ante la declaración de un funcionario iraní de que la condena a muerte por lapidación impuesta a Sakineh Mohammadi Ashtiani ha sido suspendida temporalmente, pero ha instado a las autoridades a que anulen totalmente la condena a muerte. “Esta noticia no es suficiente”, ha afirmado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Esperamos que esto no sea una mera medida cínica de las autoridades para desviar las críticas internacionales, pues esta suspensión temporal ordenada por el presidente de la magistratura podría levantarse en cualquier momento, por lo que Sakineh Mohammadi Ashtiani correría el riesgo de ser ejecutada, sobre todo si la revisión judicial en curso de su caso termina con la confirmación de la condena".
“Las autoridades iraníes deben adoptar de inmediato todas las medidas necesarias para garantizar que se anula de una vez por todas la condena a muerte de Sakineh.”
Hoy, la emisora estatal iraní Press TV informó de que Ramin Mehmanparast, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, había declarado que se había “detenido” la ejecución de Sakineh Mohammadi Ashtiani por adulterio.
El portavoz reiteró también que se estaba revisando el caso, aunque dijo que “la imposición de pena por complicidad en asesinato está en curso”.
A Amnistía Internacional le preocupa asimismo que las autoridades iraníes puedan estar preparándose para presentar lo que aparentemente serían cargos nuevos contra Sakineh Mohammadi Ashtiani en relación con la muerte de su marido, Ebrahim Qaderzadeh, aunque el abogado de oficio de Sakineh ya había declarado a la organización que su cliente había sido absuelta del asesinato.
La organización no ha podido obtener ningún documento judicial relativo a la investigación de la muerte de Qaderzadeh.
“En agosto de 2010, Sakineh Mohammadi Ashtiani fue obligada a confesar en televisión, bajo coacción, su adulterio y su participación en la muerte de su marido —dijo Hassiba Hadj Sahraoui—. Si las autoridades judiciales formulan cargos contra ella y la condenan basándose en esto, se añadiría otra capa más de injusticia a la farsa de su caso.”