Madrid.- Amnistía Internacional (AI) ha entregado hoy en la Embajada de Israel más de 130.000 firmas recogidas a través de postales y la página web www.actuaconamnistia.org dirigidas a Ehud Olmert, Primer Ministro israelí, en las que se le insta a detener la construcción del muro de Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, derribar los tramos ya construidos y reparar los daños ocasionados.
Durante el acto de entrega, activistas de la organización han realizado una performance en la calle desplegando una gran pancarta simulando un muro con los lemas “El muro de Cisjordania es ilegal y viola los derechos humanos” y “más de 130.000 personas piden a Israel que derribe el muro de la injusticia”.
El 9 de noviembre de 1989 se produjo la caída del muro de Berlín, conocido como “muro de la vergüenza”. Dieciocho años después, otro muro, el de la “injusticia”, sigue en pie. Éste es israelí y divide los Territorios Ocupados aislando ciudades y pueblos.
Cuando se complete este muro de acuerdo con el último trazado previsto en 2006:
· 60.500 palestinos, residentes en 42 localidades de Cisjordania, vivirán entre el muro y la “línea verde” o en zonas cerradas; · 12 de estas localidades y alrededor de 31.400 palestinos quedarán completamente rodeados por la el muro; · más del 10 por ciento de la tierra palestina de Cisjordania (unas 57.518 hectáreas) quedará al otro lado del muro; · más de medio millón de palestinos vivirán en una franja de un kilómetro desde el muro.
Además, su construcción da lugar a la destrucción arbitraria de casas y propiedades palestinas y mina derechos tan esenciales como el derecho a una vivienda, a un trabajo y, en definitiva, a una vida digna.
"Las duras restricciones israelíes han provocado el casi total hundimiento de la economía palestina y están exacerbando las condiciones cada vez más frágiles en que vive y trabaja la población, por lo que la desesperación, la pobreza y la falta de seguridad han alcanzado niveles sin precedentes en Cisjordania y la Franja de Gaza”, afirma Clara Cordero, portavoz de Amnistía Internacional para Israel y Territorios Ocupados.
Asegura además que “los cientos de controles de seguridad y bloqueos llevan años limitando el acceso de la población palestina a servicios de salud esenciales y provocando complicaciones médicas, partos e incluso muertes en los mismos controles de seguridad.”
El 9 de julio de 2004 la Corte Internacional de Justicia dictaminó que la construcción de la valla/muro en Cisjordania es ilegal y ordenó su desmantelamiento. Han pasado más de tres años desde que se dictó esta sentencia e Israel sigue ignorándola. Información complementaria: 40 años de ocupación de Cisjordania Son ya 40 los años de ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza. Amnistía Internacional pide a las autoridades israelíes que pongan fin a la apropiación de tierras, los bloqueos y demás violaciones del derecho internacional cometidas bajo la ocupación. Estas medidas dan lugar a abusos generalizados contra los derechos humanos y no han servido para proporcionar seguridad a la población israelí ni a la palestina.
En junio se celebró el 40º aniversario de la ocupación. AI denuncia los devastadores efectos de cuatro décadas de ocupación militar israelí. La organización ha documentado la expansión incesante de asentamientos ilegales en territorios ocupados, así como una serie de medidas que confinan a los palestinos en zonas aisladas, obstaculizando su acceso a recursos esenciales como son la educación o la sanidad. Entre estas medidas figuran una valla/muro de 700 km de largo asentada en un 80% en tierras palestinas, más de 500 controles de seguridad y bloqueos, y un complicado sistema de permisos de acceso.
Amnistía Internacional reconoce los motivos legítimos de preocupación de Israel en materia de seguridad y el deber del gobierno de proteger a la población que vive dentro de sus fronteras, pero esto no justifica las flagrantes violaciones del derecho internacional que se cometen, como la construcción de gran parte de la valla/muro dentro de Cisjordania, en tierras palestinas.
Amnistía Internacional muestra igualmente su preocupación por los atentados suicidas con bomba llevados a cabo por grupos armados palestinos, así como por los ataques con mortero y otras armas de fuego. La organización ha pedido al gobierno palestino que condene de forma inequívoca dichos ataques, tome medidas concretas para impedirlos y para llevar ante la justicia a los responsables.