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Más de 1,3 millones de refugiados sirios, en necesidad urgente de apoyo internacional

La comunidad internacional debe hacer más para ayudar al creciente número de refugiados que huyen de la violencia en Siria. © UNHCR/A. Branthwaite
Es fundamental que la comunidad internacional haga más por ayudar al creciente número de refugiados que cruzan en masa las fronteras para huir de la violencia en Siria. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en un informe publicado hoy.

Quienes huyen para escapar del derramamiento de sangre y la violencia que azotan sus hogares han buscado refugio en Jordania, Líbano, Turquía e Irak. Muchos viven en condiciones extremadamente difíciles.

“La responsabilidad de proteger y ayudar a los refugiados de Siria debe ser compartida por la comunidad internacional y los países vecinos”, ha manifestado Charlotte Phillips, investigadora sobre cuestiones de refugiados de Amnistía Internacional.

Todos estos países dicen que el prolongado acogimiento de refugiados está poniendo al límite sus recursos, ya que cada vez más sirios y personas de otras nacionalidades tratan de llegar al refugio relativamente seguro de los campos y otros lugares de los países vecinos.

“Ante esta creciente crisis, la comunidad internacional debe actuar sin demora para proporcionar la ayuda económica y técnica que tanto se necesita para respaldar los esfuerzos realizados por los países vecinos de Siria”, ha manifestado Charlotte Phillips.

En febrero de 2013, Amnistía Internacional visitó tres provincias de Turquía que hacen frontera con Siria, y se entrevistó con refugiados, autoridades turcas y organizaciones nacionales e internacionales.

“Aunque Turquía acoge y ayuda a casi 200.000 refugiados en campos gestionados por el gobierno, es necesario tomar medidas para garantizar que los refugiados que viven fuera de los campos tienen acceso a servicios esenciales", ha declarado Charlotte Phillips.

Pese a la política expresa “de puertas abiertas” de Turquía, muchos refugiados que intentaban entrar en el país han sido interceptados, y se han quedado atrapados en el interior de Siria en condiciones terribles. Se han recibido informes fidedignos sobre otros refugiados que han sido obligados a regresar a Siria.

“Los países vecinos deben mantener sus fronteras abiertas a todos los refugiados que huyan de Siria, sin discriminación. En ninguna circunstancia debe devolverse a personas a Siria, ya que allí continúan la violencia, el derramamiento de sangre y los abusos contra los derechos humanos en una escala masiva”, ha manifestado Charlotte Phillips.

El informe formula una serie de recomendaciones a la comunidad internacional, a Turquía y a otros países vecinos.

Información complementaria

Turquía – Según el ACNUR, a 17 de abril de 2013 Turquía daba acogida a unas 291.996 personas procedentes de Siria: un incremento de casi un tercio desde principios de 2013. Sin embargo, las autoridades turcas calculan que el número de sirios que han huido a Turquía asciende hasta 400.000, de los que aproximadamente 190.000 están alojados en 17 refugios gestionados por el gobierno en ocho provincias.

Jordania – Según el ACNUR, a 21 de abril de 2013 había 437.205 refugiados sirios inscritos o en espera de inscripción. Amnistía Internacional ha manifestado su preocupación por los informes sobre la devolución de algunas personas que buscaban refugio en Jordania y sobre la negación del permiso para entrar al país a otras. Se ha informado de protestas violentas de refugiados que se manifestaban por las malas condiciones de los campos.

Líbano – A 18 de abril de 2013, había 428.649 sirios inscritos o en espera de inscripción como refugiados en Líbano. El 20 de abril, un ministro libanés declaró que el país había “superado su capacidad de absorberlos”. Los refugiados palestinos que huyen de Siria se enfrentan a requisitos de entrada discriminatorios impuestos por las autoridades libanesas, en concreto, a la obligación de pagar 17 dólares estadounidenses por un permiso de entrada.

Irak – Según el ACNUR, a 20 de abril de 2013 había 133.840 refugiados inscritos en Irak, la mayoría acogidos en la región kurda. Al parecer, el campo de refugiados de Domiz, situado en la gobernación de Dohuk de la región kurda, se encuentra en un estado de “congestión crítica”, con casos en los que 15 o más refugiados tienen que compartir una tienda.

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