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La libertad de prensa, en peligro por las leyes “antiterroristas” y las políticas “de seguridad nacional”

Periodistas egipcios se manifiestan en julio de 2014 para exigir la libertad de Mahmoud Abu Zied, 'Shawkan'. © AP Photo/Amr Nabil.
  • Día Mundial de la Libertad de Prensa Persecución, acoso, encarcelamiento, secuestros, tortura o incluso la muerte son algunas de las amenazas a las que se enfrentan en numerosos países quienes expresan públicamente sus ideas.
  • Egipto, Turquía, México y Rusia: la libertad de prensa, cada vez más restringida en estos países.
  • En este día, Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras se unen para exigir la liberación inmediata e incondicional del fotoperiodista egipcio Shawkan, detenido exclusivamente por ejercer su profesión.
Las represivas campañas nacionales de seguridad puestas en marcha a lo largo de 2015 han supuesto un asalto contra derechos y libertades fundamentales, entre ellos la libertad de prensa. Profesionales de la comunicación y otras personas que expresan sus ideas a través de los medios de comunicación tradicionales y en el ámbito digital sufrieron persecución, amenazas, encarcelamiento, secuestros, tortura e incluso fueron asesinados el año pasado.

Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresan su preocupación por todos los casos en los que se vulnera el derecho a la libertad de prensa en el mundo y exigen el fin del acoso y el hostigamiento hacia periodistas, estudiantes, escritores, artistas, manifestantes o cualquier persona que busque expresar públicamente sus ideas. La autocensura motivada por el miedo también preocupa a las dos organizaciones. Según datos de RSF, en 2015 murieron 63 periodistas por causas relacionadas con el ejercicio de la profesión y otros 40 profesionales fueron asesinados sin que se conozca aún el motivo de su muerte. A estas cifras, se han de sumar las muertes de 19 periodistas ciudadanos y seis colaboradores de medios.

“Acusaciones como 'incitar a la subversión contra el poder del Estado', 'difundir informaciones falsas' o 'incitar a la violencia' se han convertido en la fórmula para hacer callar a quienes disienten de las opiniones de gobiernos o grupos armados”, asegura Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España.

“La lucha contra el terrorismo está sirviendo de coartada para limitar en numerosos países la libertad de información con leyes represivas. Es el caso de Francia, Egipto, Rusia o Turquía.  Por otra parte, diversos grupos armados realizan asesinatos, secuestros y ataques de todo tipo contra los periodistas y blogueros que se han convertido en sus objetivos. Es imprescindible establecer un mecanismo concreto para su protección que se aplique en la legislación internacional, como el puesto del Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para la Seguridad del Periodista, que venimos reclamando”, señala Malén Aznárez, presidenta de Reporteros Sin Fronteras en España.

Un caso flagrante es el del fotoperiodista egipcio Mahmoud Abu Zeid, conocido como Shawkan, detenido desde agosto de 2013 por tomar fotografías de una protesta que fue violentamente reprimida por parte de las fuerzas de seguridad. Ahora se enfrenta a cargos falsos específicos, entre ellos “ingreso en una banda criminal”, “asesinato” o “participación en una concentración con fines de intimidar, crear terror y poner la vida de personas en peligro". Mahmoud Abu Zeid ha negado todos los cargos, pero si es declarado culpable, podría ser condenado a muerte. Su próxima vista judicial está prevista para el próximo 10 de mayo. Amnistía Internacional y RSF exigen su liberación inmediata e incondicional. Shawkan está apadrinado por periodistas españoles a través de RSF-España.

Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras invitan a los internautas a utilizar el hashtag#FreeShawkan desde sus cuentas de Twitter para mostrar su apoyo al reportero egipcio encarcelado y unirse así a la campaña internacional en favor de su libertad.


Puntos calientes en 2015

Egipto
Con 24 periodistas encarcelados durante 2015 -según datos de RSF-, Egipto es uno de los países donde más se ha restringido el derecho a la libertad de información. Además de a Shawkan (mencionado previamente), durante el año pasado se enjuició a varios periodistas que trabajaban para medios informativos críticos con las autoridades egipcias o vinculados con grupos de oposición por divulgar “noticias falsas”, entre otros cargos penales de motivación política. Los tribunales impusieron largas penas de prisión a varios y condenaron a muerte a uno de ellos por crear presuntamente “comités de medios de comunicación” y “dirigir y financiar un grupo prohibido”. Los que fueron encarcelados presentaron recursos ante el Tribunal de Casación, que anuló su sentencia condenatoria en diciembre y ordenó que se les juzgara de nuevo.

El Tribunal de Casación, máxima instancia judicial egipcia, anuló, en enero, las sentencias condenatorias de Peter Greste, Mohamed Fahmy y Baher Mohamed -periodistas encarcelados que trabajaban para Al Yazira- y ordenó que fueran juzgados de nuevo. Peter Greste fue expulsado del país, mientras que Mohamed Fahmy y Baher Mohamed quedaron en libertad provisional con fianza hasta que, en agosto, fueron condenados a tres años y medio de prisión, respectivamente, por emitir “noticias falsas” y ejercer su actividad sin autorización. El presidente Al Sisi indultó a los dos el 23 de septiembre.

En 2016, las detenciones a periodistas nacionales e internacionales que cubren manifestaciones están a la orden del día.

Turquía
Turquía fue el país europeo que más periodistas encarceló en 2015, entre ellos el director de Cumhuriyet, Can Dündar, y su redactor jefe Erden Gúl, acusados de espionaje, divulgación de secretos de Estado y colaboración con una organización terrorista, tras publicar en el diario que los servicios de inteligencia habían transferido armas a un grupo armado en Siria en 2014. De ser declarados culpables podrían ser condenados a cadena perpetua.

Además, numerosos periodistas y medios de comunicación críticos fueron objeto de una fortísima presión. Varios periodistas fueron despedidos por sus directores por realizar reportajes o comentarios críticos con el presidente Erdogan; sitios web de noticias, incluidos amplios sectores de la prensa kurda, fueron bloqueados por motivos poco claros en virtud de órdenes administrativas, con la ayuda de un poder judicial dócil; y la policía acosó y agredió a periodistas que informaban desde la región suroriental, predominantemente kurda.

Mehmet Baransu, periodista del diario Taraf, fue detenido en marzo y acusado de divulgar secretos de Estado. Al finalizar el año, continuaba detenido en espera de juicio.

La primera vista del juicio contra Canan Coşkun, periodista del diario Cumhuriyet y acusada de insultar a 10 fiscales al afirmar que habían obtenido bienes inmuebles a un precio rebajado haciendo uso de su cargo, se celebró en noviembre. Podría ser condenada hasta a 23 años y 4 meses de cárcel.

La periodista holandesa Frederike Geerdink fue absuelta, en abril, del cargo de “hacer propaganda a favor del PKK”; no obstante, en septiembre fue detenida de nuevo y expulsada posteriormente tras informar de una noticia en la provincia de Yüksekova.

Los periodistas británicos Jake Hanrahan y Philip Pendlebury y el kurdo iraquí Mohammed Rasool, de Vice News, que habían informado de enfrentamientos entre el PKK y las fuerzas de seguridad, fueron acusados de “ayudar a una organización terrorista” y detenidos en espera de juicio, tras ser interrogados por la policía. Hanrahan y Pendlebury fueron puestos en libertad y expulsados al cabo de ocho días; Mohammed Rasool seguía en detención previa al finalizar 2015.

México
Durante 2015, continuaron las amenazas, el acoso y los homicidios contra periodistas y defensores y defensoras de derechos humanos en México. A pesar de la existencia del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, aprobado en 2012, la falta de recursos y coordinación provocó que no se ofreciera la protección adecuada. Así, la cifra de peticiones de protección en virtud del Mecanismo se mantuvo constante y, aunque aproximadamente el 90% de ellas fueron aceptadas, persistió la impunidad por amenazas y agresiones. Según datos de RSF, ocho periodistas fueron asesinados en 2015 -en cinco casos aún se desconoce la razón de su muerte-. En lo que va de 2016, ya han sido asesinados cuatro periodistas.

El periodista maya Pedro Canche fue puesto en libertad, en junio, tras pasar nueve meses encarcelado en espera de juicio por cargos infundados de sabotaje, presentados contra él como represalia por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión.

El reportero gráfico Rubén Espinosa Becerril, la activista Nadia Vera Pérez y tres mujeres más aparecieron sin vida en un apartamento de Ciudad de México, en julio. Tanto Rubén Espinosa como Nadia Vera habían abandonado el estado de Veracruz meses antes a causa de amenazas de muerte.

Además, otros periodistas continuaron sufriendo el hostigamiento de las autoridades y algunos de ellos huyeron de sus lugares de residencia o abandonaron su trabajo por temor a las represalias.

Rusia
El control directo del Estado sigue siendo el mayor obstáculo para la libertad de prensa en Rusia. Durante 2015, la política editorial de la mayoría de los medios de comunicación reprodujo fielmente las opiniones oficiales sobre sucesos clave del ámbito nacional e internacional al tiempo que las autoridades ampliaban su control sobre Internet: miles de sitios y páginas web fueron bloqueadas por orden de la Agencia Federal de Supervisión de Medios de Comunicación y Tecnologías de la Información (Roskomnadzor). El año terminó con dos periodistas encarcelados, Aleksander Tolmachev, en prisión desde 2011, y Sergei Reznik, desde 2013. Este último está apadrinado por la sección española de RSF.

Las violaciones del derecho a la libertad de expresión afectaron a la sátira política; a la información difundida por activistas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI); a la información sobre protestas públicas, y a los textos religiosos, entre otros ámbitos.

Además, continuó el hostigamiento a medios de comunicación y periodistas independientes. Los incidentes de violencia cometidos contra estos últimos en el pasado rara vez se investigaron efectivamente. Dos hombres fueron detenidos en relación con la paliza propinada al periodista Oleg Kashin, en noviembre de 2010, y un tercero fue incluido en una lista de fugitivos.

La periodista del diario independiente Novaya Gazeta, Elena Milashina, informó de que una joven chechena, de 17 años, iba a ser obligada a contraer matrimonio con un alto cargo de la policía que le triplicaba la edad y que, al parecer, ya estaba casado. Posteriormente, la agencia de noticias en Internet Grozny-Inform, propiedad del Gobierno checheno, publicó un artículo que contenía amenazas de muerte veladas contra Milashina. -------------- Amnistía Internacional ha puesto en marcha una ciberacción para exigir al Gobierno egipcio la liberación inmediata e incondicional de Shawkan. ¡FIRMA Y COMPÁRTELO URGENTEMENTE!

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