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El gobierno nigeriano y Shell siguen ignorando la terrible contaminación en el delta del Níger

Imagen que muestra las secuelas y los continuos problemas de derrame de petróleo del oleoducto operado por la corporación multinacional Shell en Bodo, Gokana, estado de Rivers, Nigeria © CEHRD
La sistémica inacción del gobierno nigeriano y del gigante petrolero Shell a la hora de limpiar la terrible contaminación por petróleo en el delta del Níger ha sido calificada de “vergonzosa” hoy lunes por un grupo de organizaciones nigerianas e internacionales. Un crítico informe, publicado hoy por Amigos de la Tierra Europa, Amnistía Internacional, Acción pro Derechos Medioambientales, Platform y Centro para el Medio Ambiente, los Derechos Humanos y el Desarrollo (CEHRD), saca a la luz una alarmante falta de acción por parte de Shell y del gobierno de Nigeria para limpiar la contaminación en Ogoniland, a pesar de las recomendaciones formuladas por un importante estudio de la ONU de cuya publicación se cumplen hoy tres años. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó en 2011 un estudio científico sobre la región de Ogoniland, en el delta del Níger, que sacaba a la luz la contaminación generalizada por petróleo, los graves riesgos sanitarios para la población –incluida la contaminación del agua potable, desconocida hasta entonces– y las profundas deficiencias en los procesos de Shell para limpiar los vertidos de petróleo. Godwin Ojo, de Amigos de la Tierra Nigeria, ha afirmado: “Han pasado tres años y el gobierno y Shell han hecho poco más que establecer procesos que parecen acciones pero que no son más que... hojas de parra para que todo siga igual. La falta de acciones significativas ante los incontrovertibles datos científicos es indignante. El gobierno de Nigeria y Shell están simplemente eludiendo su responsabilidad por los abusos contra el medio ambiente y los derechos humanos en el delta del Níger”. El estudio de la ONU, realizado a petición del gobierno de Nigeria y pagado por Shell, sacó a la luz la grave inacción del gobierno de Nigeria en cuanto a regular y controlar empresas como Shell. El informe reveló también la sistemática inacción de Shell a la hora de abordar vertidos de petróleo que se remontan a hace muchos años. La ONU describió cómo los expertos de la ONU descubrieron que lugares que Shell afirmaba que se habían limpiado seguían estando contaminados. Audrey Gaughran, de Amnistía Internacional, ha afirmado: “Por muchas pruebas que surjan de su mala práctica, Shell ha eludido hasta ahora la necesidad de limpiar los daños que ha causado. El informe del PNUMA era claro: Shell no limpió adecuadamente los vertidos de petróleo. Su sistema de limpieza adolecía de deficiencias sustanciales, y la consecuencia ha sido la exposición a largo plazo de decenas de miles de personas a la contaminación y a riesgos para su salud”. Después del estudio de la ONU de 2011, Shell ha defendido, y sigue usando, métodos para limpiar los vertidos de petróleo que el informe de la ONU declaraba ineficaces. El informe publicado hoy lunes, titulado No progress, pone de relieve asimismo la manipulación de la información por parte de Shell para eludir la rendición de cuentas por los oleoductos antiguos y con escapes, unos oleoductos tan viejos que la empresa no revela su antigüedad ni su estado. Paul de Clerk, de Amigos de la Tierra Europa, ha afirmado: “Tres años después de descubrirse que sus actividades han expuesto prácticamente a cada hombre, mujer, niño y niña de Ogoniland –y casi con certeza a decenas de miles de personas en otras zonas del delta del Níger– a una contaminación para toda la vida, Shell sigue más preocupada por protegerse a sí misma.Los gobiernos de Nigeria y de los países de origen de Shell, Países Bajos y Reino Unido, deben asegurarse de que Shell ponga en marcha una limpieza adecuada y de que indemniza por los daños”. El estudio de la ONU recomendaba también, entre otras medidas, el establecimiento de una Autoridad para la Recuperación Medioambiental de Ogoniland y el establecimiento de un Fondo para la Recuperación Medioambiental con un capital inicial de 1.000 millones de dólares estadounidenses. Ni la autoridad ni el fondo han sido establecidos. El gobierno de Nigeria, Shell y los gobiernos de sus países de origen –Reino Unido y Países Bajos– se han beneficiado de la extracción de petróleo en el delta del Níger y ahora deben apoyar un proceso de rehabilitación social y medioambiental y la aplicación en su integridad del estudio de la ONU, según las organizaciones que publican el informe presentado hoy.

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