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No más muertes en el mar. #SOSEurope

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13 de julio de 2015

Gracias a todas las personas que, con su firma, han enviado un claro mensaje a las autoridades: No más muertes en el mar. En abril de 2015, la Unión Europea adoptó varias medidas para reforzar la capacidad de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo. El resultado es un descenso del número de muertes de personas migrantes y refugiadas que emprenden esta peligrosa ruta hacia Europa. En los cuatro primeros meses de 2015, unas 1700 personas perdieron la vida en el mar (una de cada 16). Tras la puesta en marcha de estas medidas, la cifra descendió hasta las 99 (una de cada 427). Se trata de una buena noticia, pero Amnistía Internacional seguirá trabajando para que se resuelvan las causas que empujan a refugiados y migrantes a emprender peligrosas travesías por mar, entre otras cosas abriendo más rutas legales y seguras para llegar a Europa.

Petición antes del cierre

Proteger a las personas y salvar vidas debe ser la prioridad de la UE.

Más de 3.500 personas perdieron la vida en el mar en el año 2014 mientras huían de conflictos, persecución y pobreza. A pesar de esta terrible cifra, los gobiernos europeos decidieron recortar sus tareas de salvamento y rescate. El desastre y el coste en vidas humanas era previsible. Lamentablemente, así ha sido.

En los cuatro primeros meses de 2015, alrededor de 1.700 personas han muerto en el Mediterráneo. En otras palabras, la cifra de muertes se ha multiplicado por 100 en comparación al mismo periodo de 2014. Tras meses y meses de mirar a hacia otro lado, la muerte de 800 migrantes y refugiados el pasado 18 de abril al volcar la embarcación en la que viajaban, puso en evidencia unas políticas más centradas en proteger fronteras que en dedicar recursos al salvamento de vidas.

El 23 de mayo, la Comisión Europea (CE) aprobó la Agenda Migratoria de la UE, un pequeño avance que reconoce la necesidad de intensificar las tareas de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo ampliando el área geográfica de la Operación Tritón, lo que en la práctica significa poner más medios aéreos y navales más cerca de los lugares donde refugiados y migrantes corren más riesgo de ahogarse. Además, la Agenda plantea otras medidas positivas para reducir el número de personas que arriesgan sus vidas, bien en el mar, bien en manos de traficantes. Entre ellas, un Programa de Reasentamiento propio, que venga a complementar los programas nacionales, para unos 20.000 refugiados en los próximos dos años. Una cifra que se queda corta si la comparamos con las 380.000 personas solo de Siria, que según ACNUR se encuentran en necesidad de ser reasentadas.

Por otra parte, un Programa de emergencia de apoyo a Italia y Grecia para reubicar dentro de la UE a unos 40.000 solicitantes de asilo, la mayoría de Siria y Eritrea, por un período de dos años.  Todas estas medidas solo tendrán éxito si los Estados Miembros de la UE establecen como prioridad la protección de las personas y el salvamento de vidas en lugar de seguir actuando como la Fortaleza Europa. Si no es así, el coste humano seguirá siendo incalculable.