El 18 de marzo se cumplen cinco años del acuerdo migratorio UE-Turquía, y con este motivo Amnistía Internacional pide a los líderes de la UE que rectifiquen tras cinco años de políticas fallidas que han conducido a que decenas de miles de personas se hayan visto obligadas a permanecer en las islas griegas en condiciones inhumanas y han puesto en peligro a las personas refugiadas obligándolas a quedarse en Turquía. Cuando los ministerios de Asuntos Exteriores y del Interior de la UE se disponen a debatir la ampliación de la cooperación en temas migratorios con países no europeos, Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la UE, ha afirmado:
“Cinco años después de haberse firmado el acuerdo, 15.000 mujeres, hombres, niñas y niños siguen atrapados, hacinándose en campos de las islas griegas, y decenas de miles más han soportado estancias allí. Muchas de estas personas se han visto obligadas a dormir en tiendas de campaña y soportar bajas temperaturas en condiciones tan nocivas que algunas han muerto.”
“Este acuerdo ha sido un borrón en el historial de derechos humanos de la UE y ha puesto de manifiesto su voluntad de llegar a acuerdos para limitar la migración basados en meras razones de conveniencia política y sin apenas tener en cuenta el inevitable coste humano.”
Aunque el número de personas que llegan a las islas griegas ha descendido, quienes intentan este viaje se arriesgan a sufrir violencia y peligrosas devoluciones a Turquía sin el debido procedimiento.
“Turquía, un país que incluso ha devuelto a gente a Siria, no es segura para las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Los dirigentes de la UE deben redoblar los esfuerzos de solidaridad, incrementar las reubicaciones en otros Estados miembros y seguir los ejemplos solidarios de activistas y comunidades de acogida de toda Europa.”
Información complementaria
La Declaración UE-Turquía (denominada habitualmente “Acuerdo UE-Turquía”) se firmó el 18 de marzo de 2016. En ella, la UE y Turquía acordaron que todas las personas que llegaran irregularmente a las islas del Egeo, incluidas las solicitantes de asilo, serían devueltas a Turquía.
En el acuerdo, Turquía se comprometía a impedir que la gente saliera de su territorio en dirección a Europa. A cambio, la UE, entre otras cosas, ha dado a Turquía miles de millones de euros, cientos de ellos en septiembre de 2020, para mantener a la población refugiada que vive en el país.
Tras el acuerdo, Grecia introdujo políticas que obligaban a quienes entraban a través de las islas a permanecer allí en campos en espera de una decisión sobre sus solicitudes de asilo. Actualmente, la inmensa mayoría (el 86%) procede de los habituales países de origen de personas refugiadas (Afganistán, Siria, Somalia, República Democrática del Congo y Palestina) y una de cada cuatro (el 26%) son menores de edad.
Turquía alberga a 4 millones de personas refugiadas, entre las que hay 3,6 millones procedentes de Siria, más que de ningún otro país.