En respuesta a una sentencia dictada el 19 de agosto por un tribunal de Erbil contra el periodista Sherwan Sherwani, en la que lo condena a otros cuatro años y cinco meses de prisión por una aparente amenaza contra un funcionario de prisiones, Razaw Salihy, investigadora de Amnistía Internacional sobre Irak, ha declarado:
“Sherwan Sherwani ya está cumpliendo una pena injusta de prisión tras haber sido declarado culpable anteriormente de cargos falsos. Hace mucho que debería haber sido puesto en libertad. En lugar de eso, le han impuesto una nueva condena de varios años de prisión semanas antes de la fecha prevista para su liberación”.
“Esta nueva causa contra el periodista, que su familia y su abogado temían desde hace tiempo, es una estratagema flagrante de las autoridades para mantenerlo entre rejas. Su juicio se vio enturbiado por una total ausencia del debido proceso, incluida la negativa a proporcionar a su abogado acceso a pruebas y expedientes a tiempo para que pudiera preparar una defensa adecuada.”
“La injusticia a la que se enfrenta Sherwani forma parte de un patrón más amplio de represión, documentado por Amnistía Internacional, que incluye la determinación de las autoridades de dar ejemplo con las voces críticas en la región del Kurdistán. Las autoridades han demostrado reiteradamente un total desprecio hacia la libertad de prensa, utilizando la intimidación, la detención arbitraria y juicios flagrantemente injustos para castigar a periodistas, activistas y otras voces críticas que informan sobre la corrupción y cuestiones de derechos humanos.”
“Las autoridades de la región del Kurdistán deben poner fin a esta práctica de puerta giratoria, en la que a periodistas declarados culpables anteriormente, incluidos los que están a punto de ser puestos en libertad, se les imponen nuevas condenas para mantenerlos entre rejas. En lugar de eso, las autoridades regionales del Kurdistán deben cumplir su obligación nacional e internacional de proteger los derechos humanos.”
Información complementaria
Sherwan Sherwani es un periodista cuyo trabajo, hasta su detención, se centraba en los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión, y en la corrupción. Fue detenido en octubre de 2020 junto con otros cuatro periodistas y activistas y condenado a seis años de prisión en un juicio flagrantemente injusto basado en leyes imprecisas y excesivamente amplias. El juicio se caracterizó por graves violaciones de su derecho a un juicio justo, entre ellas denuncias de tortura que no se investigaron y el uso de confesiones empañadas por la tortura.
Su condena fue conmutada más tarde, pero Sherwani se enfrentaba a cargos adicionales falsos concebidos para impedir su liberación; en julio de 2023, meses antes de su puesta en libertad, fue condenado a otros cuatro años. Según la descripción hecha por testigos a Amnistía Internacional, unos hombres armados vestidos de civil intimidaron —entre otras cosas, blandiendo armas— a los familiares de Sherwan Sherwani, a activistas y a otras personas que se habían reunido ante el tribunal después de la vista judicial.
Esta última causa sigue un patrón de ataques de las autoridades contra periodistas y otras voces críticas que ya están en la cárcel y a quienes acusan de nuevos cargos cuando se acerca la fecha de su liberación.