Londres.- Amnistía Internacional ha instado hoy al gobierno israelí a que cese de inmediato los ataques contra civiles y propiedades e infraestructura palestinos y tome medidas para abordar la creciente crisis humanitaria de la Franja de Gaza.
La organización ha condenado ataques como los cometidos por las fuerzas israelíes la noche del 11 al 12 de julio de 2006, en el que toda una familia –Nabil y Salwa Abu Salmiya y sus siete hijos, de entre siete y 17 años de edad– perdió la vida cuando la Fuerza Aérea Israelí bombardeó su vivienda en un distrito residencial densamente poblado de Jabaliya, al norte de la ciudad de Gaza. En el ataque resultaron heridos al menos otros 30 residentes.
Las autoridades israelíes han declarado que el ataque aéreo estaba dirigido contra Muhammad Deif, líder del brazo armado de Hamas que, según los informes, estaba en el edificio en aquel momento y resultó herido en el ataque. Sin embargo, el gobierno y los jefes militares israelíes que ordenaron y ejecutaron el ataque aéreo contra la casa hacia las 2:30 de la madrugada debieron haber sabido que Nabil Abu Salmiya, profesor universitario y miembro de Hamas, y su esposa e hijos, estarían en su vivienda, y que tanto ellos como los habitantes de las casas vecinas podían perder la vida y resultar heridos.
El derecho internacional prohíbe estos ataques contra civiles y Amnistía Internacional ha pedido que cesen de inmediato.
En las últimas semanas decenas de mujeres, niños y otros viandantes palestinos han muerto y centenares han resultado heridos en ataques aéreos y ataques de artillería de las fuerzas israelíes, incluso en sus casas.
Además de los nueve miembros de la familia Abu Salmiya, alrededor de otros 15 palestinos han perdido la vida en los últimos dos días, lo que eleva la cifra de palestinos fallecidos a manos de las fuerzas israelíes este año a unos 240. La cifra incluye a decenas de miembros de grupos armados palestinos que murieron en enfrentamientos armados con tropas israelíes, y también a numerosos viandantes inocentes, decenas de niños entre ellos. Durante el mismo periodo, unos 20 israelíes, en su mayoría civiles, han perdido la vida a manos de grupos armados palestinos.
Entre la creciente tensión desencadenada por el secuestro hace dos semanas de un soldado israelí por un grupo de palestinos armados se extiende una crisis humanitaria que se agrava por momentos en la Franja de Gaza, con consecuencias cada vez más graves para el millón y medio de palestinos que viven en esa región.
El cierre ininterrumpido del cruce de Rafah, entre la Franja de Gaza y Egipto, impide los desplazamientos a toda la población de Gaza. Cientos de palestinos que estaban en el exterior cuando se cerró la frontera llevan días atrapados en el lado egipcio de la frontera, sin poder regresar a su casa en Gaza.
La escasez de medicamentos, alimentos y combustible está empeorando como consecuencia de los cierres reiterados y prolongados impuestos por Israel al puesto de control de Karni, por el que deben pasar las mercancías para entrar en la Franja de Gaza. Desde la destrucción de la central eléctrica y de la red de suministro de agua de Gaza por las fuerzas israelíes hace dos semanas, la mayoría de los habitantes palestinos sigue sin electricidad y agua la mayor parte del tiempo y la situación se ve empeorada por la escasez de combustible, necesario para alimentar generadores de seguridad y bombas de agua.
Las consecuencias son especialmente graves para los sectores de la salud y la salubridad, sobre todo en esta época, la más calurosa del año, cuando los suministros de electricidad y agua son vitales para refrigerar y conservar la comida y los medicamentos.
Amnistía Internacional ha declarado que Israel debe levantar sin dilación los cierres y las restricciones arbitrarias impuestos a los cruces de Rafah y Karni y permitir la salida y la entrada de personas y mercancías de la Franja de Gaza. También debe reparar la central eléctrica, la red de suministro de agua, los puentes y otras infraestructuras destruidas por sus fuerzas.
Los grupos armados palestinos, por su parte, deben poner fin al lanzamientos de cohetes “qassam” y otros proyectiles contra Israel.