A raíz de la liberación anoche de seis colonos israelíes sospechosos de participar en los ataques del domingo contra población palestina en la gobernación de Nablús, Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha manifestado:
“La impunidad prevalece bajo el sistema de apartheid israelí. Ayer, a pesar de la intensidad y magnitud de los ataques del domingo, que causaron la muerte a una persona palestina e hirieron a casi 400 más, y de las inusitadas expresiones de condena internacional de la violencia de los colonos, la policía israelí puso en libertad a seis personas sospechosas que habían sido arrestadas en relación con los ataques. Mientras, se han dictado órdenes de detención administrativa contra otras dos, lo que vulnera el derecho internacional. Desde hace tiempo, las autoridades israelíes posibilitan e instigan los ataques a la población palestina y, en algunos casos, participan directamente en ellos.”
“La violencia de los colonos respaldada por el Estado es endémica en la Cisjordania ocupada. Pueblos y ciudades como Huwara, epicentro de los ataques del domingo, son objeto de frecuentes ataques al estar rodeados de asentamientos ilegales. Por ejemplo, en octubre de 2022, los colonos irrumpieron en una escuela de Huwara, donde rompieron ventanas y golpearon a profesores y alumnos; menos de dos semanas después, una cafetería fue incendiada y grupos de colonos atacaron a residentes palestinos con tuberías y piedras. Amnistía Internacional reitera su llamamiento a las autoridades israelíes para que desmantelen todos los asentamientos, que constituyen un crimen de guerra en virtud del derecho internacional, así como el sistema de apartheid impuesto a la población palestina. El apartheid constituye un crimen de lesa humanidad y, mientras siga en vigor, la violencia contra la población civil no cesará.”
Información complementaria
La noche del domingo 26 de febrero, cientos de colonos israelíes respaldados por el Estado llevaron a cabo múltiples ataques contra población palestina en la gobernación de Nablús (Cisjordania ocupada), incluida la ciudad de Huwara y los pueblos cercanos de Burin, Assira al Qibliya, Beit Furik, Zatara y Beita. Los colonos incendiaron decenas de automóviles, viviendas y huertos de propiedad palestina y agredieron físicamente a personas palestinas, incluso con barras metálicas y piedras. Ese mismo día, dos colonos israelíes, ambos civiles, habían sido víctimas de homicidio ilegítimo en un ataque con armas de fuego cerca de Huwara.
Según concluyó la investigación de la organización israelí Yesh Din, el 93% de todas las investigaciones sobre ataques de colonos contra población palestina en la Cisjordania ocupada se cerraron sin procesamientos en el periodo comprendido entre 2005 y 2022. Asimismo concluyó que más del 80% de las denuncias presentadas por personas palestinas ante la policía israelí no se investigaban en absoluto.
El miércoles, en un crudo ejemplo de la vinculación del Estado a la violencia de los colonos, el ministro de Economía de Israel, Bezalel Smotrich, afirmó que Huwara debería ser “borrada de la faz de la Tierra” por el Estado israelí.
La ONU documentó 621 ataques contra población palestina por colonos israelíes en la Cisjordania ocupada en 2022.
