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Israel debe entregar los mapas de sus ataques con bombas de racimo en el sur del Líbano

Londres.- Amnistía Internacional ha pedido al gobierno israelí que entregue mapas detallados con las coordenadas precisas de las zonas del sur del Líbano en que sus fuerzas arrojaron cientos de miles de bombas de racimo en los meses de julio y agosto de 2006 durante el conflicto con Hezbolá, que duró 34 días.  

Cada día que se demora en hacerlo, Israel está poniendo en peligro más vidas de civiles en el sur del Líbano. Es imprescindible que se den a conocer con carácter urgente los mapas detallados y toda la información restante a fin de reducir el peligro tanto para la población civil de las zonas afectadas como para quienes llevan a cabo las operaciones de remoción de minas.

En los seis últimos meses, accidentes relacionados con bombas de racimo sin explotar han causado más de 200 víctimas, entre ellas varios menores, en el núcleo y los alrededores de pueblos del sur del Líbano. Ya han muerto 30 personas, de las cuales 8 eran desminadores, y más de 180 han resultado heridas, incluidos 20 desminadores. Muchos de los heridos han quedado mutilados de por vida. Al no facilitar mapas ni otra información para localizar los lugares en que sus tropas emplearon bombas de racimo, Israel ha dificultado y ralentizado las tareas de remoción de munición sin explotar, haciendo que tanto la población civil como el personal de desminado corrieran un peligro mayor e innecesario.   El Centro de Coordinación de Acción contra las Minas de la ONU ha identificado más de 800 lugares donde hay esparcidos restos aún mortíferos de bombas de racimo sin explotar, y ha calculado que las tareas de desminado durarán al menos un año entero.

A medida que pasan los días resulta más injustificable el hecho de que las autoridades israelíes no faciliten información pormenorizada sobre las bombas de racimo que utilizaron en Líbano. Deberían actuar de inmediato para garantizar que toda la información pertinente se entrega al Centro de coordinación de la ONU sin más demoras y evasivas.

Amnistía Internacional pide a Estados Unidos, proveedor de muchas de las bombas de racimo utilizadas por las fuerzas israelíes en el sur del Líbano, que garantice la entrega de mapas y demás información por parte de las autoridades israelíes a fin de reducir las posibilidades de que haya más víctimas civiles.

La mayor parte de la submunición de bomba de racimo sin explotar esparcida por todo el sur del Líbano, que sigue representando un peligro mortal para la población local, el personal de remoción de minas y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, es de fabricación estadounidense.

En agosto y septiembre de 2006, personal de investigación de Amnistía Internacional localizó submunición BLU-63 sin explotar procedente de bombas de racimo CBU-58B en una casa situada en el pueblo de ‘Ainata y en el patio de otra casa en el pueblo de Rashaya al Foukhar. Las bombas de racimo CBU-58B están fabricadas en Estados Unidos. Cada una de ellas contiene 650 pequeñas bombas BLU-63 y se arrojan desde el aire.

Asimismo se encontró una cantidad inmensa de submunición BLU-63 sin explotar en las proximidades de Nabatiyeh, al norte del río Litani, donde Israel no había avisado con antelación a la población local de su intención de lanzar ataques aéreos o de artillería.

El personal de investigación de Amnistía Internacional también localizó submunición de racimo M42 y M46 sin explotar en las inmediaciones del pueblo de ‘Aitaroun. Tanto las M42 como las M46 son bombas de fabricación estadounidense y se lanzan con piezas de artillería.

Una tercera clase de submunición de racimo sin explotar encontrada en el sur del Líbano y fabricada en Estados Unidos es la M77, lanzada mediante un sistema de lanzacohetes múltiple. El resto eran principalmente bombas M85, fabricadas por Israel.

Amnistía Internacional sigue pidiendo a Estados Unidos y al resto de la comunidad internacional que impongan un embargo de armas a Israel y a Hezbolá, y lo hagan cumplir, hasta que entre en funcionamiento un mecanismo efectivo con capacidad para garantizar que no se emplean armas para cometer violaciones graves del derecho internacional humanitario. En particular, Estados Unidos, Líbano, Irán y Siria deben comprometerse a no enviar armas que puedan ser utilizadas para cometer abusos a ninguna de las partes y a impedir que transiten por su territorio.

La organización pide asimismo al gobierno de Israel que declare suspendido el empleo de cualquier arma de racimo y que proporcione mapas de la ubicación de las minas terrestres que sus fuerzas colocaron el año pasado en el sur del Líbano.

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