En respuesta a la detención arbitraria de la destacada defensora de los derechos humanos Narges Mohammadi el 16 de noviembre de 2021 en Karaj, provincia de Alborz, durante su asistencia a un acto en conmemoración de Ebrahim Ketabdar, al que las fuerzas de seguridad de Irán mataron durante las protestas de alcance nacional celebradas en noviembre de 2019, Heba Morayef, directora regional para Oriente Medio y el Norte de África, manifestó:
“Narges Mohammadi es presa de conciencia, recluida exclusivamente por sus actividades pacíficas de derechos humanos, y corre peligro inminente de recibir 80 azotes. Pedimos a las autoridades iraníes que la pongan en libertad de forma inmediata e incondicional, anulen su condena injusta y garanticen su protección frente a todas las formas de tortura y otros malos tratos, incluida la flagelación".
“Narges Mohammadi es presa de conciencia, recluida exclusivamente por sus actividades pacíficas y corre peligro inminente de recibir 80 azotes”
“Detener a una defensora de los derechos humanos por exigir verdad y justicia en el segundo aniversario de las protestas de noviembre de 2019, en las que las fuerzas de seguridad iraníes mataron a centenares de hombres, mujeres y niños y niñas, es un acto cruel y un nuevo recordatorio de la crisis de impunidad sistemática en Irán por los crímenes de derecho internacional”.
“Las autoridades iraníes llevan demasiado tiempo sometiendo a Narges Mohammadi a detenciones arbitrarias, enjuiciamientos injustos, tortura y otros malos tratos por su trabajo de derechos humanos. Amnistía Internacional insta a la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas y la Unión Europea, a pronunciarse sobre su caso y a poner en el centro del debate de una vez por todas la represión incontrolada de defensores y defensoras de los derechos humanos en Irán.”
Información complementaria
Narges Mohammadi es la vicepresidenta del Centro para la Defensa de los Derechos Humanos de Irán y trabajó con la campaña Paso a Paso para Detener la Pena de Muerte (conocida por el acrónimo persa Legam). Tras las protestas de alcance nacional de noviembre de 2019 y el homicidio ilegítimo de cientos de manifestantes, Narges Mohammadi apoyó abiertamente a familiares afectados que pedían verdad y justicia por el homicidio de sus seres queridos.
En mayo de 2021, la Sección 1188 del Tribunal Penal II de Teherán condenó a Narges Mohammadi a dos años y medio de prisión, 80 azotes y al pago de dos multas distintas por cargos entre los que figuraba el de “difundir propaganda contra el sistema”. Cuatro meses después, en septiembre, Narges Mohammadi recibió una citación para empezar a cumplir esta pena, pero no respondió porque la consideraba injusta.
El 16 de noviembre de 2021 fue detenida arbitrariamente por agentes del Ministerio de Inteligencia iraní que, según su esposo, la golpearon brutalmente y la llevaron a un lugar desconocido. Al día siguiente, Narges Mohammadi llamó a su familia y la informó de que estaba en la prisión de Evin, en Teherán, y que iba a cumplir una pena de dos años y medio de prisión.
Narges Mohammadi también había sido detenida arbitrariamente en mayo de 2015 y condenada en 2016 a 16 años de prisión por cargos relacionados únicamente con su ejercicio de la libertad de expresión y reunión.
Tras una acción global en la que participó Amnistía Internacional, Narges Mohammadi fue excarcelada en octubre de 2020. Sin embargo, desde entonces las autoridades iraníes la han sometido reiteradamente a hostigamiento, tortura y otros malos tratos.
La flagelación que se aplica en Irán constituye invariablemente tortura, que es un delito previsto en el derecho internacional y está prohibida en términos absolutos por el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que es Estado parte Irán.