Tras aprobar hoy el Parlamento de Hungría una declaración por la que se decide no ratificar el Convenio de Estambul sobre la violencia contra las mujeres, David Vig, director de Amnistía Internacional Hungría, ha manifestado:
“Esta decisión es sumamente peligrosa y se toma en un momento en que los casos de violencia de género en el ámbito familiar registrados en Hungría desde que comenzó el confinamiento por la COVID-19 se han duplicado. No sólo pone a las mujeres y las niñas en peligro, sino que también transmite a los maltratadores el dañino mensaje de que sus actos no serán perseguidos judicialmente.”
“Incluso antes de la pandemia de COVID-19, el gobierno no tomaba medidas adecuadas para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres, y el número de investigaciones y procesamientos era vergonzoso.”
“La espuria afirmación del gobierno de que el Convenio ‘fomenta la migración ilegal’ y ‘prescribe peligrosas ideologías de género’ es un intento de desviar la atención de sus propias limitaciones frente a la trágica realidad de las mujeres y las niñas que llevan una vida de malos tratos.”
“Hungría debe revocar esta declaración y ratificar el Convenio de Estambul con carácter urgente, así como tomar todas las medidas necesarias para proteger debidamente a las mujeres y la niñas de la violencia y los malos tratos en el ámbito familiar, especialmente durante la lucha actual contra la pandemia.”
Información complementaria
Hungría firmó el denominado Convenio de Estambul (Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica) en 2014, pero el instrumento legal no se ha incorporado a la legislación nacional con autorización parlamentaria.
El gobierno húngaro ha hecho caso omiso de la presión ejercida por la sociedad para ratificar el Convenio, a la que calificaba de “lloriqueos políticos”.
Un decreto gubernamental dictado anoche dispone que, a pesar de la emergencia de salud pública, la policía puede ordenar a los maltratadores mantenerse alejados de sus víctimas y proporcionarles otro alojamiento. Da algo de esperanza a muchas mujeres que viven sometidas a malos tratos y cuyos casos no se han investigado.