Ante el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente publicado hoy, que muestra que la producción de combustibles fósiles en 2030 será más del doble del límite necesario para mantener este siglo el calentamiento global en el objetivo acordado internacionalmente de 1,5 °C por encima de lo niveles preindustriales, Candy Ofime, investigadora sobre justicia climática de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Va a celebrarse la cumbre del clima COP28 y constatamos que, en vez de cumplir sus obligaciones de derechos humanos y los compromisos adquiridos en virtud del Acuerdo de París, los principales países productores de combustibles fósiles son esclavos de la búsqueda de beneficios de las grandes empresas del sector. Las partes en la COP28 deben remediar esta situación acordando el abandono gradual de todos los combustibles fósiles de manera urgente y equitativa.
“Como señala el informe, el incremento de la producción y el uso de combustibles fósiles es incompatible con un futuro seguro y soportable. El cambio climático afecta a los derechos relativos a la vida, la salud, la alimentación, el agua, la cultura y a un medioambiente limpio, saludable y sostenible de las generaciones presentes y futuras. Actualmente, las comunidades marginadas y los pueblos indígenas son quienes más sufren los daños causados por el cambio climático, que no harán más que agravarse con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la quema de más combustibles fósiles.
“Se prevé que las posibilidades de que el año 2023 sea el más caluroso del que se tiene registro son muy elevadas; no obstante, los gobiernos siguen alimentando de manera irresponsable una crisis climática que no hace sino empeorar rápidamente. Un incremento de la producción global de carbón hasta 2030, y de la producción global de petróleo y gas hasta al menos 2050, nos encamina a un caos climático aun mayor.
“Esto debe cambiar para evitar una catástrofe de derechos humanos. Los Estados deben adoptar ya medidas urgentes para abandonar gradualmente la producción de todos los combustibles fósiles, lo que incluye poner fin a los subsidios, detener todos los proyectos de expansión nuevos y acelerar una transición justa y equitativa a las energías renovables. Los Estados que tienen una mayor responsabilidad en las emisiones históricas, así como los Estados de elevados ingresos productores de combustibles fósiles, deben ir más lejos y con mayor rapidez, y proporcionar asistencia adecuada a los Estados que la necesiten para ayudarles a descarbonizar sus economías.”
Información general
El Informe sobre la Brecha de Producción 2023, sobre la producción de combustibles fósiles, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente también pone de relieve que no se puede depender de tecnologías arriesgadas y no probadas, como la captura y el almacenamiento de carbono y la eliminación de dióxido de carbono, y que éstas podrían retrasar la eliminación gradual necesaria para proteger los derechos humanos y el medioambiente. El informe influirá en las negociaciones de la cumbre del clima COP28 que se celebrará en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre.>