Se calcula que un 1,7 por ciento de la población mundial —porcentaje similar al de personas pelirrojas— tiene variaciones de las características sexuales. A partir de entrevistas a personas intersexuales, profesionales de la salud de Dinamarca y Alemania y grupos de apoyo y trabajo de incidencia de toda Europa, Amnistía Internacional halló indicios de que a menores de edad nacidos con variaciones de las características sexuales se los había sometido a los siguientes tipos de intervenciones:“Se calcula que un 1,7 por ciento de la población mundial tiene variaciones de las características sexuales”Laura Carter, Amnistía Internacional
- operaciones para ocultar el agrandamiento del clítoris que pueden provocar lesiones nerviosas, cicatrices y dolor;
- cirugía vaginal (vaginoplastia) a menores de corta edad para crear o agrandar el orificio vaginal que a veces conlleva múltiples intervenciones a lo largo del tiempo;
- gonadectomías, es decir intervenciones de extirpación de las gónadas (incluidos el tejido ovárico y testicular) que son irreversibles y provocan la necesidad de un tratamiento hormonal de por vida, y
- reparación quirúrgica de hipospadias, es decir cirugías para abocar la uretra al extremo del pene que se llevan a cabo para crear un pene considerado normal desde el punto de vista funcional y cosmético. Estas cirugías pueden dar lugar a diversas complicaciones de salud a largo plazo.
Los derechos humanos en juego
Según Amnistía Internacional, el planteamiento actual sobre el tratamiento de los menores de edad intersexuales en Dinamarca y Alemania no protege los derechos humanos de los menores de edad, incluidos el derecho a la vida privada y el derecho al más alto nivel posible de salud. Estas prácticas también han sido condenadas expresamente por expertos de las Naciones Unidas que, en repetidas ocasiones, han considerado que las intervenciones quirúrgicas en menores de edad intersexuales innecesarias desde el punto de vista médico son prácticas nocivas que violan los derechos humanos del niño. “Las autoridades danesas y alemanas no están cumpliendo su deber de proteger a estos menores de edad. Dada la actual falta de investigación y conocimiento médico en esta área, no se deben tomar decisiones que cambien la vida y sean irreversibles cuando el menor de edad es demasiado joven para manifestar su opinión sobre lo que se le hace”, afirmó Laura Carter. Amnistía Internacional pide a los legisladores y los profesionales de la salud de ambos países que garanticen que ningún menor de edad es sometido a tratamientos no urgentes, invasivos e irreversibles. Asimismo, pide que las decisiones se aplacen hasta que la persona pueda participar significativamente en la determinación de lo que se le hace a su cuerpo. De un modo similar, se debe impartir formación sobre diversidad de género y corporal a los profesionales médicos, las autoridades deben dejar de perpetuar los estereotipos de género dañinos, y Alemania y Dinamarca deben garantizar que las personas que han sufrido intervenciones médicas innecesarias son indemnizadas.
FIN