El jurado que otorga el Premio Amnistía Internacional ha decidido galardonar en esta XIV Edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián al largometraje Among the believers, de los directores Hemal Trivedi y Mohammed Ali Naqvi, por la capacidad de acercar al público con enorme maestría una realidad muy compleja y violenta en la que la población pakistaní sufre graves violaciones de derechos humanos. El largometraje enfatiza el valor que tiene la educación para las personas más vulnerables y pobres, las más expuestas a la discriminación y a los abusos, y cuáles son sus consecuencias en las niñas y niños.
En Among the believers se observa la importancia de abogar por los derechos humanos de las personas más vulnerables, las más desprotegidas y expuestas a los abusos, muy en especial las mujeres y niñas, así como de garantizar el derecho a la educación sin discriminación. Ante la espiral de violencia que refleja el documental no hay justificación posible para los abusos y los ataques intencionados e indiscriminados contra la población, ni para los retrocesos en materia de derechos humanos que se producen bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo. El documental ve en los derechos humanos la única salida a esta situación, algo que recoge muy bien el mensaje del activista físico nuclear Dr. Pervez Amirali Hoodbhoy en el largometraje.
El festival, que comenzó el pasado viernes, se clausura esta tarde en una ceremonia que tendrá lugar en el Teatro Victoria Eugenia, en el curso de la cual se hará entrega del Premio Amnistía Internacional, simbolizado en una escultura del artista vasco Néstor Basterretxea, entre otras distinciones. En esta ocasión, el galardón será entregado por Iñaki Hernando, coordinador de Amnistía Internacional Euskadi. La celebración de este festival ha sido también una oportunidad para realizar otras actividades en favor de los derechos humanos. Durante los actos que han tenido lugar a lo largo de toda la semana, activistas de Amnistía Internacional en San Sebastián se han hecho eco de algunas de las campañas que actualmente lleva a cabo la organización, como la iniciativa #YoAcojo, que denuncia los atropellos que están sufriendo las personas refugiadas y reclama un lugar seguro para ellas, y el caso del director de cine iraní Keywan Karimi, condenado a un año de prisión y a 223 latigazos. Además, se han recogido numerosas firmas entre el público asistente en apoyo a los distintos casos de vulneración de derechos humanos por los que trabaja Amnistía Internacional en todo el mundo.
Paralelamente al festival de cine, Amnistía Internacional ha organizado la exposición fotográfica Amar no es un delito. Nuestra lucha en África, que ha permanecido abierta entre el 5 y el 22 de abril en la Biblioteca Central de Alderdi Eder de San Sebastián y que refleja la lucha por la libertad sexual y los derechos de la comunidad LGTBI en el continente africano.
