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20 Estados recurren a la pena de muerte para luchar contra el terrorismo

Amnistía Internacional en la concentración durante el Congreso Mundial contra la Pena de Muerte en Madrid en 2013 ©AI

Los países recurren cada vez más a la pena de muerte en un equivocado intento de combatir los delitos relacionados con el terrorismo, ha dicho hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe en vísperas del Día Mundial contra la Pena de Muerte.

El año pasado, al menos 20 países condenaron a muerte o ejecutaron a personas por delitos relacionados con el terrorismo (Arabia Saudí, Argelia, Bahréin, Camerún, Chad, China, Egipto, Estados Unidos, India, Irak, Irán, Jordania, Kuwait, Líbano, Pakistán, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán, Túnez y EAU). Aunque el uso de la pena capital para tales delitos suele estar envuelto en el secreto, en los últimos años Amnistía Internacional ha documentado un notable aumento.

“El aumento en el uso de la pena de muerte al que estamos asistiendo, en equivocada respuesta a los delitos relacionados con el terrorismo, revela un error fundamental por parte de las autoridades: no hay ninguna prueba de que la pena capital disuada de cometer delitos violentos con más eficacia que otros castigos. Esta actitud se basa más en la debilidad y la conveniencia que en la fuerza”, ha dicho James Lynch, subdirector del Programa sobre Asuntos Globales de Amnistía Internacional.

“Los ataques violentos contra la población general causan terribles sufrimientos a las víctimas y a sus familias, y nunca pueden justificarse. Los gobiernos deben investigarlos y hacer que sus responsables comparezcan ante la justicia.

“Pero el homicidio sancionado por el Estado no resuelve las causas fundamentales de estos ataques violentos. Sólo agrava la injusticia y el sufrimiento y alimenta el círculo vicioso de la violencia, sin hacer justicia con las víctimas.

En 2015, los cinco países donde hubo más ejecuciones fueron Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Pakistán.
Amnistía Internacional

“La pena de muerte es siempre una violación de derechos humanos. Más de dos tercios de los Estados del mundo han optado por abolirla en la ley o en la práctica. Todos los gobiernos deberían hacer lo mismo.

”Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todas las circunstancias, independientemente del delito, de las características de la persona acusada de cometerlo y del método de ejecución. Es la expresión máxima de pena cruel, inhumana y degradante.

140

países son abolicionistas en la ley o en la práctica

58

países conservan la pena de muerte en su legislación

25

países llevaron a cabo ejecuciones en 2015

Información de contexto El 10 de octubre, Amnistía Internacional se une al movimiento abolicionista conmemorando el Día Mundial contra la Pena de Muerte, que en su decimocuarta edición se centra muy oportunamente en el uso de la pena capital para los delitos relacionados con el terrorismo. Si bien los ataques armados y otros ataques violentos no son un fenómeno nuevo, en los últimos años se han repetido ataques de este tipo de gran repercusión —en muchos casos en un contexto de inestabilidad política y conflicto— que han sacudido al mundo.

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