Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Danilo Maldonado "el Sexto". © Particular

Blog

Un Twitter sin alas

Josefina Salomon (@josefinasalomon) y Amnistía Internacional,

En Cuba, la libertad de expresión puede llevarte a prisión. En Malasia, el gobierno ha lanzado una campaña de represión para silenciar, hostigar y encerrar a cientos de personas críticas. En el Día contra la Censura en Internet, recordamos a dos países donde la libertad de expresión en la red tiene un precio muy alto. Donde Twitter se queda sin alas.

Cuba: 404. Not Found

El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba en diciembre de 2014 renovó las esperanzas de que se levante el embargo económico estadounidense. Pero la restricción en la libertad de expresión y reunión pacífica todavía es palpable. Recordamos 6 datos sobre la censura en Cuba:

1. En Cuba, la libertad de expresión puede llevarte a prisión

El artista grafitero Danilo Maldonado Machado, conocido como “El Sexto" fue recluido durante la mayor parte de 2015 por pintar las palabras Raúl y Fidel —los nombres de los hermanos Castro, que llevan en el poder desde 1959— sobre el lomo de dos cerdos vivos.

2. El Estado mantiene en la práctica el monopolio de los medios de comunicación impresos y de la radio y la televisión

La Constitución de Cuba reconoce la libertad de prensa, pero prohíbe expresamente la propiedad privada de medios de comunicación. Las autoridades continúan impidiendo desempeñar su labor a quienes ejercen un periodismo crítico con el gobierno. Durante el Día Internacional de los Derechos Humanos de 2015, se impidió a periodistas de 14ymedio —medio fundado por la destacada ciberactivista Yoani Sánchez— informar sobre una protesta coordinada por los grupos de derechos humanos Damas de Blanco y TodosMarchamos.

3. Cuba es uno de los países menos conectados de América

Hasta 2008, el gobierno prohibía la propiedad de ordenadores y aparatos de DVD en Cuba. Actualmente, tan sólo el 25 % de la población cubana usa Internet, y sólo el 5 % de los hogares tiene conexión.

4. El acceso a Internet en Cuba está censurado

Con frecuencia, las autoridades filtran y bloquean los sitios web críticos con el Estado. Limitar de ese modo el acceso a la información vulnera claramente el derecho a la libertad de expresión, incluido el derecho a buscar, recibir y difundir informaciones.

5. Resulta difícil comunicarse con activistas de derechos humanos cubanos desde el extranjero

Amnistía Internacional, junto con otros observadores independientes de la situación de los derechos humanos, incluidos los relatores especiales de la ONU, no tiene permitido entrar a Cuba. Durante el periodo previo a la visita de tres días del papa Benedicto XVI a Cuba en septiembre de 2012, un bloqueo de las comunicaciones impidió a Amnistía Internacional y otras organizaciones internacionales recabar información sobre la ola de detenciones que estaba teniendo lugar.

6. Rendijas de libertad para eludir la censura

La ciudadanía cubana está hallando maneras de compartir información y eludir la censura de Internet, desde conexiones inhalámbricas clandestinas, pasando por la creación de aplicaciones, hasta el aprovechamiento al máximo del potencial de los dispositivos de memoria USB. En el Día Mundial contra la Censura en Internet, mostramos solidaridad con las y los disidentes, activistas y periodistas cubanos y su lucha.

Zunar, ilustrador de cómics de contenido político, sostiene su libro Sapuman, Man of Steel. © Amnistía Internacional

Malasia: libertad de expresión bajo arresto

El documento Critical crackdown: Freedom of expression under attack in Malaysia demuestra que se ha disparado la aplicación de la Ley contra la Sedición —que concede a las autoridades amplios poderes para atacar a sus adversarios— , con 170 casos de sedición desde que la coalición gobernante Frente Nacional (Basisan Nasional, BN) ganara por escaso margen las elecciones generales de 2013. Sólo en 2015, el número de personas detenidas, acusadas o investigadas por sedición ascendió, al menos, a 91, cifra que multiplica casi por cinco la correspondiente a los primeros 50 años de existencia de la Ley.
En Malasia, cada vez es más peligroso hablar abiertamente. El gobierno ha respondido a quienes cuestionan a su autoridad de la peor manera posible: endureciendo la represión y atacando a decenas de personas consideradas críticas
Josef Benedict, director adjunto de campañas de Amnistía Internacional para el Sureste Asiático

Ataques a activistas

Las autoridades malasias han recurrido a la Ley contra la Sedición para lanzar una gran oleada de represión, atacando a activistas de derechos, periodistas, profesionales del derecho y políticos de oposición, entre otras personas. Nuestro informe se publicó poco antes de la vista judicial del 28 de enero contra el caricaturista Zunar, que podría ser condenado a muchos años de prisión por cargos de sedición, debido a una serie de tuits críticos con el gobierno que publicó.

Efecto paralizador del debate

La amenaza de detención ha tenido un efecto paralizador del debate público y de la libertad de expresión en Malasia, incluso en los medios de comunicación independientes. Susan Loone, periodista detenida en 2014 por cargos de sedición debido a un artículo en el que criticaba a la policía, explicó a Amnistía Internacional que sus compañeros y compañeras se autocensuraban a veces para evitar el acoso de las autoridades.
Sin embargo, Susan Loone se mantiene firme:
Si escribir la verdad, criticar a un ministro o pedir responsabilidades a una persona poderosa son actos de sedición, entonces seremos todos culpables de sedición
Susan Loone

La Ley contra la Sedición es una reliquia de la era colonial, aprobada en 1948 durante la dominación británica de Malasia, para combatir el movimiento de independencia. Las penas impuestas a quienes son declarados culpables una primera vez pueden ascender a tres años de cárcel, multas de hasta 5.000 ringgits (unos 1.300 dólares estadounidenses) o ambas cosas. Quienes son condenados por segunda vez pueden recibir penas de hasta cinco años de prisión.

Herramientas de represión

“Nos preocupan profundamente las medidas de las autoridades malasias para convertir la Ley contra la Sedición en una herramienta de represión aún más poderosa, en lugar de revocarla, como prometieron”, explica Josef Benedict. “Ahora que Internet y las redes sociales se han hecho imprescindibles para muchos activistas de Malasia, las autoridades se han apresurado a reprimirlas”. Amnistía Internacional insta a las autoridades malasias a revocar urgentemente la Ley contra la Sedición, a anular las sentencias condenatorias dictadas contra personas que se han limitado a ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, y a dejarlas en libertad de inmediato y sin condiciones..

Pop-up de libertad

Amnistía Internacional se ha unido a Adblock en el Día Mundial contra la Censura en Internet para concienciar a la opinión pública sobre la represión de la libertad de expresión en el mundo. Adblock es una herramienta que ayuda los usuarios de la web a bloquear publicidad no deseada. El 12 de marzo de 2016 reemplazará la publicidad de los banners por contenidos que los censores de algunos países no quieren que la población vea.


Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.