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Urge mayor protección para los cíviles víctimas de violencia

Esta mujer huyó de su ciudad natal después de un ataque que mató a varios niños. Según datos del ACNUR, en Irak hay actualmente 1'9 millones de personas desplazadas internamente y más de 2 millones de refugiados en países vecinos. Entre 40.000 y 50.000 personas tienen que abandonar sus casas cada mes. © UNHCR / K. Brooks
Londres.- Amnistía Internacional ha pedido hoy a las autoridades iraquíes que proporcionen con urgencia mayor protección a la población civil dado el reciente aumento de los actos de violencia mortal en el país.

En un nuevo informe titulado Irak: Violencia contra civiles, la organización documenta cómo mueren o resultan heridos centenares de civiles todos los meses. Muchos son objeto de ataques de grupos armados debido a su identidad religiosa, étnica o sexual, o porque condenan abiertamente abusos contra los derechos humanos.

La incertidumbre que sigue existiendo sobre cuándo se formará nuevo gobierno en Irak ha generado últimamente un aumento de los ataques, hasta el punto de que sólo en la primera semana de abril han muerto más de un centenar de civiles.

“Siete años después de la invasión dirigida por Estados Unidos, los iraquíes viven todavía en un clima de temor –ha manifestado Malcolm Smart, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África–. Las autoridades podrían hacer mucho más para protegerlos, pero una y otra vez dejan de prestar ayuda a los miembros más vulnerables de la sociedad.”

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades a que tomen más medidas para proteger a quienes corren especial riesgo y sometan a los responsables de delitos violentos a las disposiciones de la justicia sin recurrir a la pena de muerte.
 
Aunque en muchos casos de abusos contra los derechos humanos los responsables son las fuerzas de seguridad iraquíes, las tropas extranjeras o los familiares de las víctimas, la mayoría de los homicidios de civiles son obra de grupos armados, como Al Qaeda en Irak. Esta organización sigue teniendo una fuerte presencia en el país, a pesar de la reciente muerte, según informes, de tres de sus principales líderes.

Entre las personas que han sido víctimas de homicidio o mutilaciones en Irak debido a su trabajo hay periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas políticos. Omar Ibrahim Al-Jabouri, director de relaciones públicas de la cadena Rasheed TV, salvó la vida en un atentado perpetrado el 13 de abril de 2010, pero perdió las piernas. Una bomba lapa hizo saltar por los aires su vehículo cuando se dirigía a su oficina, en Bagdad.

Las minorías religiosas y étnicas también siguen siendo objeto de ataques. En febrero de 2010 murieron en Mosul en ataques aparentemente sectarios al menos ocho cristianos. El 17 de febrero de 2010, unos desconocidos armados dieron el alto a dos estudiantes cristianos –Zia Toma, de 22 años, y Ramsin Shmael, de 21– en una parada de autobús de Mosul y, tras pedirles sus documentos de identidad, dispararon contra ellos. Toma murió, y Shmael resultó herido.

Las mujeres y las niñas están especialmente expuestas a sufrir violencia a manos de grupos armados y de familiares suyos. Apenas se tiene noticia de sentencias condenatorias dictadas contra hombres por violación en Irak. Las mujeres son a menudo víctimas de delitos cometidos por motivos de "honor" por familiares suyos, que consideran que su conducta infringe códigos morales tradicionales, por negarse, por ejemplo, a casarse con hombres elegidos por sus familias. También son objeto de ataques las activistas de los derechos de las mujeres.

Los miembros de la comunidad gay de Irak, donde la homosexualidad no se tolera, viven bajo constante amenaza de violencia, y algunos clérigos musulmanes instan a sus seguidores a agredir a los hombres sospechosos de ser homosexuales.

Las autoridades no suelen realizar investigaciones exhaustivas e imparciales sobre los ataques contra civiles ni detienen a los responsables para ponerlos a disposición judicial. En algunos casos incluso se las ha acusado de estar implicadas en ataques.

Debido a la persistente inseguridad, centenares de miles de iraquíes, incluido un número desproporcionadamente alto de miembros de minorías, se han visto obligados a huir de sus hogares. Las personas internamente desplazadas y los refugiados son aún más vulnerables a la violencia, así como a la penuria económica.

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades iraquíes a que tomen de inmediato medidas para mejorar la seguridad de la población civil. Deben consultar con miembros de los grupos en situación de riesgo para ver cuál es la mejor forma de protegerlos.

Mientras tanto, las autoridades deben comenzar a investigar adecuadamente los ataques contra civiles y hacer rendir cuentas a los responsables, quienesquiera que sean, de acuerdo con el derecho internacional. Tienen que desarmar de inmediato a todas las milicias y que dejar de indicar la afiliación religiosa en los documentos de identidad.

Todos los grupos armados de Irak deben poner fin de inmediato a los abusos contra los derechos humanos, incluidos los ataques contra civiles, secuestros y actos de tortura.

Amnistía Internacional ha pedido también que se ponga fin al regreso forzoso de refugiados a Irak hasta que se estabilice la situación en el país. En contra claramente de las directrices de la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, varios gobiernos europeos están devolviendo a personas a Irak, en algunos casos incluso a las partes más peligrosas del país.

Amnistía Internacional ha hablado con varios iraquíes a los que el gobierno neerlandés devolvió el 30 de marzo de 2010. Eran 35 refugiados, entre los que había un turcomano chii de 22 años de Tal Afar, ciudad situada al norte de Mosul donde centenares de civiles han muerto a causa de la violencia sectaria y de motivación política en los últimos años y donde la violencia persiste. A mediados de abril, el hombre continuaba abandonado a su suerte en Bagdad.

“La continua incertidumbre sobre cuándo se formará nuevo gobierno tras las elecciones del mes pasado podría contribuir fácilmente al aumento de nuevo de los actos violentos contra civiles –ha afirmado Malcolm Smart–. La incertidumbre amenaza con agravar aún más la situación. Tanto las autoridades iraquíes como la comunidad internacional deben tomar ya medidas para prevenir más muertes innecesarias."

Nota para los medios de comunicación
Entre los casos descritos en Irak: Violencia contra civiles figuran:

Sardar Qadir, hombre de negocios y candidato por el Movimiento Goran en las elecciones parlamentarias de Irak, resultó herido en una pierna el 4 de diciembre de 2009, cuando dispararon contra él a través de una ventana en casa un pariente en el distrito de Iskan de Sulaimaniya. Contó a Amnistía Internacional que no había recibido amenazas, pero que pensaba que lo habían seguido en las semanas previas y que el atentado tenía una motivación política. Explicó: No puedo culpar a ningún partido concreto, pero soy víctima de la falta de democracia que padecemos.

En abril de 2009, Amnistía Internacional entrevistó a varios iraquíes que habían huido recientemente de la violencia de que eran objeto por ser gays. Hakim, de 34 años, de Nayaf, contó que su compañero había sido secuestrado y sometido a abusos por miembros del Ejército del Mahdi en octubre de 2008, aparentemente porque se enteraron de la relación secreta entre los dos. Cuando liberaron a su compañero, ambos recibieron amenazas de muerte de dicho grupo, en una ocasión mediante una nota que les enviaron junto con tres balas.

Kurdistan Aziz tenía 16 años cuando desapareció de su casa, en el pueblo de Kolkarash, próximo a Heran, Erbil, en mayo de 2008. En febrero de ese año se había escapado con su amante, pero había regresado luego con su familia, tras firmar ésta un acuerdo en el que se le garantizaba su seguridad. El 21 de mayo de 2008, su padre comunicó a la policía local que su sobrino había confesado haberla asesinado. A comienzos de 2010, el presunto asesino continuaba en libertad.
Para más información véase: INFORME: "Irak: Violencia contra civiles", Amnistía Internacional, 27 de abril de 2010. 

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