En vísperas de la votación hoy sobre un proyecto de ley que convertiría impartir o incluso promover la educación sexual a personas menores de 18 años en un delito punible con hasta tres años de cárcel, Draginja Nadazdin, directora de Amnistía Internacional Polonia, ha declarado:
“Esta ley temerariamente retrógrada fomentaría el miedo y la ignorancia, y pondría a la juventud en peligro. Su impacto llegaría mucho más allá de las aulas, al crear un efecto disuasorio en docentes, activistas e incluso progenitores que quieran hablar con los chicos y chicas sobre sexo.”
“La educación sexual es fundamental para informar a los y las jóvenes sobre su cuerpo y sobre la importancia de cosas como las relaciones sanas, el consentimiento, la anticoncepción y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.”
“En Polonia, donde el acceso al aborto sólo es legal en unas circunstancias limitadas, la importancia de la educación sexual es aún más fundamental. Este proyecto de ley, que equipara la homosexualidad con la pedofilia, pone de manifiesto la inquietante homofobia que subyace bajo esta norma legislativa.”
“La política debe quedar fuera del aula, y pedimos al Parlamento que rechace esta ley.”
Información complementaria
El Partido Ley y Justicia (PiS), partido en el gobierno, ganó las elecciones parlamentarias del pasado domingo. Sin embargo, perdió su mayoría en la cámara alta del Parlamento, el Senado, donde la Coalición Cívica obtuvo 51 escaños, frente a los 49 del PiS.
Polonia ha ratificado el Convenio de Estambul, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, y tiene la obligación internacional en materia de derechos humanos de proporcionar acceso a información y educación sobre sexualidad y de rebatir los estereotipos de género en la sociedad.
El proyecto de ley se presentó después de una campaña homófoba de seis meses de duración que equiparaba a las personas LGBTI con los pedófilos.
La ley podría poner en peligro la campaña de Amnistía Polonia “¡Hablemos del sí!”.