“Se trata de un momento histórico que pone fin a más de un siglo y medio de leyes draconianas de la era colonial para la población de las zonas tribales, que puede disfrutar por fin de los mismos derechos constitucionales que el resto de la población de Pakistán, rompiendo con un lamentable pasado de normas arbitrarias y punitivas”, ha dicho Omar Waraich, director adjunto de Amnistía Internacional para Asia Meridional.
La enmienda constitucional pone fin al famoso Reglamento sobre Delitos Fronterizos, impuesto bajo el dominio británico en la década de 1850. El Reglamento negaba explícitamente a la población de las zonas tribales su derecho a interponer recurso contra su detención, a tener representación letrada y a presentar pruebas en su defensa, autorizando así un amplio abanico de violaciones de derechos humanos.
Con esta enmienda, las Zonas Tribales bajo Administración Federal se integrarán en la provincia noroccidental de Jyber Pajtunjwa, y estos territorios quedarán por primera vez al amparo de la Constitución de Pakistán.
“Pakistán es el primer país de Asia que reconoce la autopercepción de la identidad de género de las personas transgénero”Omar Waraich, Amnistía Internacional
También este mismo mes, el 5 de mayo de 2018, los partidos del gobierno y la oposición se unieron para aprobar una de las leyes más progresistas del mundo en lo que se refiere a los derechos de las personas transgénero.
“Pakistán es ahora el primer país de Asia y uno de los pocos del mundo que reconoce la autopercepción de la identidad de género de las personas transgénero, que ya pueden conseguir documentación oficial en la que se refleje su identidad de género, y por tanto participar plenamente en la sociedad sin discriminación”, ha dicho Omar Waraich.
“Aunque aún queda mucho por hacer para garantizar los derechos de ambas comunidades, fue un momento excepcional en el que unas fuerzas políticas siempre enfrentadas tuvieron la voluntad necesaria para ocuparse de los derechos humanos en Pakistán.”