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Marruecos: La periodista detenida por “aborto ilegal” debe quedar en libertad

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Las autoridades marroquíes deben poner en libertad a la periodista Hajar Raissouni, acusada de someterse a un aborto y de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, y retirar todos los cargos contra ella, ha declarado Amnistía Internacional en vísperas de la primera vista de su juicio, que tendrá lugar el 9 de septiembre en Rabat.

Hajar Raissouni, que trabaja para el diario independiente Akhbar al Yaoum, fue arrestada el 31 de agosto junto con su novio, Amin Rifaat, cuando salían de una clínica de Rabat. El médico y otras dos personas que trabajan en la clínica también fueron arrestados, acusados de practicar un aborto.

Estas acusaciones contra Hajar Raissouni son una indignante invasión de su intimidad

Heba Moraye, Amnistía Internacional

“El arresto de Hajar Raissouni y de otras cuatro personas es totalmente injusto, y estas acusaciones son una indignante invasión de su intimidad”, ha afirmado Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

La ley marroquí tipifica como delito las relaciones sexuales fuera del matrimonio. El aborto también está penalizado en todas las circunstancias, excepto cuando corra peligro la salud de la embarazada y su marido esté de acuerdo. Sin embargo, con arreglo al derecho internacional las mujeres tienen derecho a la autonomía física y personal, que incluye la libertad para tomar sus propias decisiones en materia sexual y reproductiva. Tipificar como delito servicios de salud que sólo necesitan las mujeres, como es el caso del aborto, constituye discriminación de género.

“Este caso es un crudo recordatorio de la urgente necesidad de derogar las leyes de Marruecos que tipifican como delito las relaciones sexuales fuera del matrimonio y el aborto. Estas disposiciones violan varios derechos de las mujeres, incluido el derecho a la autonomía física y personal, a no ser discriminadas, a la intimidad y a la salud”, ha afirmado Heba Morayef.

“En lugar de intimidar a Hajar Raissouni procesándola por cargos injustos, las autoridades deben ponerla en libertad de inmediato y sin condiciones y retirar todos los cargos presentados contra ella y otras personas implicadas en el caso.”

El novio de Hajar Raissouni está detenido por los mismos cargos que ella. El médico y sus dos ayudantes, también detenidos, están acusados de practicar un aborto y participar en el procedimiento. El médico, además, está acusado de proporcionar habitualmente servicios de aborto, y puede ser condenado hasta a 10 años de cárcel.

Tras su arresto, Hajar Raissouni quedó detenida en una comisaría de Rabat. El 2 de septiembre compareció ante la fiscalía y fue acusada de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio y “consentir en que se le practicara un aborto”.

El Código Penal de Marruecos prevé penas de hasta un año de cárcel para las parejas que mantengan relaciones sexuales fuera del matrimonio. Asimismo, la mujer que se somete a un aborto puede ser condenada a una pena de entre seis meses y dos años de prisión y pago de multa.

El 5 de septiembre, la fiscalía de Rabat reveló los resultados del examen médico de Hajar Raissouni, vulnerando escandalosamente su intimidad, y afirmó que la clínica a la que había acudido estaba bajo vigilancia por sospecharse que proporcionaba servicios de aborto. El abogado de la joven, Saad Sahli, había dicho que las pruebas médicas no habían hallado indicios concretos de aborto.

La declaración también señalaba que el arresto de Hajar Raissouni no había tenido nada que ver con su profesión de periodista, sino únicamente con los delitos de aborto y relaciones sexuales fuera del matrimonio, lo cual ella niega.

El 4 de septiembre, en una carta enviada por Hajar a su periódico, la periodista dice que, mientras estaba bajo custodia, la interrogaron sobre sus artículos de carácter político, sobre uno de sus compañeros en Akhbar al Yaoum y sobre su familia, incluido su tío Ahmed Raissouni, destacado teólogo y ex presidente del Movimiento Unicidad y Reforma, que se considera uno de los mayores movimientos islámicos de Marruecos. Esto hace temer que las autoridades la hayan puesto en el punto de mira por su trabajo periodístico.

En mayo de 2019, Hajar Raissouni publicó una serie de entrevistas con Ahmed Zefzafi, padre de Nasser Zefzafi, el líder del movimiento de protesta del Rif (Hirak). La periodista también ha publicado artículos críticos con las autoridades marroquíes. Taoufik Bouachrine, director de Akhbar al Yaoum, el periódico para el que trabaja Hajar, fue condenado a 12 años de cárcel por cargos de motivación política en noviembre de 2018.

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