Londres.- Los recientes ataques contra personas de origen romaní en Irlanda del Norte forman parte de una tónica de abusos contra romaníes cada vez más frecuentes en toda Europa. Amnistía Internacional insta a las autoridades norirlandesas a investigar urgentemente la serie de ataques racistas que obligaron a más de 100 personas de origen romaní a huir de sus casas en Belfast y a proteger a estas personas frente a futuros ataques.
“Los ataques racistas son ilegales e inaceptables. Los romaníes tienen todo el derecho a vivir en Belfast y a que se les trate con respeto y dignidad, como a cualquier otro habitante de la ciudad”, ha afirmado Nicola Duckworth, directora del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Las personas de origen romaní están expuestas a sufrir diversas formas de discriminación y abuso por parte del Estado y de personas o grupos.”
Según información aparecida en los medios de comunicación, en los últimos meses han aumentado los ataques contra romaníes procedentes de Rumanía; en algunos casos han sido objeto de insultos y ataques físicos, al arrojarles ladrillos contra las ventanas de sus casas. Jóvenes que coreaban consignas neonazis atacaron una manifestación antirracista que se celebró en la ciudad el 15 de junio. En la noche del 16 de junio, los romaníes acudieron inicialmente a refugiarse en una iglesia del sur de Belfast. Posteriormente, las autoridades norirlandesas les trasladaron a un polideportivo en otra zona de la ciudad, donde les facilitaron alojamiento temporal.
“Las autoridades norirlandesas tienen la obligación de garantizar que la población romaní y rumana de Belfast recibe la protección que necesita para tener un futuro seguro y duradero en esa ciudad”, ha afirmado Nicola Duckworth.
Amnistía Internacional acoge con satisfacción el apoyo inmediato que grupos de la sociedad civil local prestaron a las familias romaníes y toma nota de que el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, por sus siglas en inglés) ayudó a estos grupos y a organismos locales de servicios sociales en el reasentamiento de los romaníes en un refugio temporal.
Amnistía Internacional pide al PSNI que garantice que se llevan a cabo investigaciones exhaustivas, independientes e imparciales sobre todos los ataques contra personas y propiedades romaníes por parte de agentes no estatales. Las personas afectadas por los ataques deben tener acceso a una reparación y a obtener justicia ante los tribunales. La comunidad romaní es objeto de discriminación masiva en toda Europa. Los romaníes son a menudo víctimas de desalojos forzosos, ataques racistas y malos tratos policiales, y se les niega su derecho a la vivienda, el empleo, la atención a la salud y la educación. Amnistía Internacional ha investigado y denunciado ataques similares contra romaníes en Europa, en países como Eslovaquia, Hungría, Italia, la República Checa y Serbia. Para más información sobre discriminación contra la comunidad romaní en Europa, véase:
- MACEDONIA: “poco a poco, las mujeres hemos conocido nuestros derechos”. La inacción del Gobierno macedonio a la hora de defender los derechos de las mujeres y niñas romaníes, Amnistía Internacional, 2007
- ESLOVAQUIA: Aún separados, aún desiguales. Violaciones del derecho a la educación de niños y niñas romaníes en Eslovaquia, Amnistía Internacional, 2007
- Mal Principio. La exclusión de romaníes en la enseñanza primaria de Bosnia y Herzegovina, Croacia y Eslovenia, Amnistía Internacional, 2006