Mientras las noticias sobre los ataques a civiles en Siria siguen ocupando los titulares, China, Rusia y Estados Unidos han actuado para retrasar lo que podría haber sido un acuerdo histórico con el que poner fin al comercio irresponsable de armas. Así lo manifestó Amnistía Internacional el viernes.
“En un mundo en el que una persona muere cada minuto a causa de la violencia armada, es imperativo que los Estados poderosos ejerzan el liderazgo. El presidente Obama ha pedido más tiempo para alcanzar un acuerdo. ¿Cuánto tiempo más quiere?", ha declarado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
Pese a ello, quienes hacen campaña en torno a este tema siguen siendo optimistas respecto a la posibilidad de lograr un Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) que sea efectivo, ya que una importante mayoría de los gobiernos ha manifestado que continuará trabajando para lograr un tratado sólido que proteja los derechos humanos.
Las cuatro semanas de negociación en la sede de la ONU en Nueva York concluyeron con la unión de más de 90 países en una declaración en la que reiteran su compromiso de que el proceso culmine con éxito lo antes posible.
La petición de Estados Unidos –a la que se unieron Rusia y China– de que se retrase el Tratado se produjo en un último día de negociaciones frenéticas.
Amnistía Internacional –consciente de la necesidad de poner fin al comercio irresponsable y mal regulado de armas– lleva casi 20 años trabajando para hacer este tratado realidad. Millones de civiles mueren, resultan heridos, son víctimas de violación o se ven obligados a huir de sus casas como consecuencia directa de las transferencias de armas por parte de los Estados a gobiernos que las usan contra la población civil.
Otra consecuencia de la falta de una regulación adecuada es el desvío de armas a manos de señores de la guerra que siguen atacando a civiles en países tan diversos como Afganistán, Somalia, la República Democrática del Congo o Colombia.
“Estas negociaciones eran una prueba de fuego para los dirigentes mundiales. Unos cuantos países poderosos han eludido su responsabilidad como líderes y han optado por su propio interés. Quizá esta minoría haya conseguido frenar hoy la marea de la opinión mundial, pero no podrá seguir haciéndolo mucho más tiempo. La mayoría de los gobiernos que quieren un TCA sólido deben mantener la presión para que se pueda alcanzar un acuerdo este mismo año”, ha manifestado Salil Shetty.
La falta de liderazgo de China, Rusia y Estados Unidos no fue el único obstáculo para alcanzar un texto definitivo. Los impedimentos puestos por Argelia, Egipto, Irán, Corea del Norte y Siria eran indefendibles pero predecibles.
Es probable que el borrador de texto del Tratado sea presentado de nuevo a la Asamblea General de la ONU en octubre.
El derecho internacional humanitario y de los derechos humanos sigue siendo un aspecto esencial en el borrador del texto, lo que demuestra el compromiso constante de un gran número de gobiernos con la necesidad de mantener dicho aspecto en todo acuerdo final.
Amnistía Internacional considera que el borrador de texto del Tratado es una base sólida desde la que avanzar, pero sigue habiendo motivos importantes de preocupación en torno a ciertos aspectos.
Si más avanzado este año se alcanza un acuerdo, sería la primera vez en la historia que un tratado obligue a los gobiernos a tener en cuenta la protección de la población civil a la hora de tomar decisiones respecto a las transferencias de armas.
/// FIN