La comunidad internacional debe proporcionar a las fuerzas para el mantenimiento de la paz presentes en la República Centroafricana todos los medios necesarios para proteger a la población civil o se correrá el riesgo de que las atrocidades se intensifiquen y se extiendan a los países vecinos, ha advertido Amnistía al saber que el Consejo de Seguridad de la ONU ha autorizado el despliegue de una fuerza de la Unión Africana (UA). La decisión de la ONU, aprobada por votación sólo horas después de haber estallado de pronto enfrentamientos en la capital del país, Bangui, autoriza el despliegue de tropas de la UA y francesas para proteger a la población civil, restablecer el orden público y poner fin a la espiral de abusos y violaciones de derechos humanos. “Estos ataques contra la capital muestran con brutal claridad que la vida de centenares de miles de civiles pende de un hilo –ha manifestado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional–. La comunidad internacional debe garantizar por todos los medios a su alcance que esas tropas pueden proteger de manera efectiva a la población civil y restablecer el orden en la República Centroafricana.” “La Unión Africana y otros organismos subregionales deben presionar a los países para que aporten tropas y equipo. Otras organizaciones y donantes internacionales deben apoyar con todas sus fuerzas y sus recursos los esfuerzos por restablecer el Estado de derecho y proteger los derechos humanos. El fracaso es inadmisible.” Se espera que, el 19 de diciembre de 2013, hasta 3.500 efectivos de la UA, algunos de ellos ya sobre el terreno, comiencen a actuar en calidad de Misión Internacional de Apoyo a la República Centroafricana con Liderazgo Africano (MISCA). Se verán reforzados con hasta 1.200 más que se están desplegando en el marco de una intervención militar francesadistinta, autorizada hoy por el Consejo de Seguridad. Al ser el mandato de la MISCA de un año de duración, queda descartado de momento el despliegue en toda regla de una misión de la ONU para el mantenimiento de la paz. Está previsto que el Consejo de Seguridad revise la actuación de la MISCA al cabo de seis meses. “Dada la extrema urgencia de la situación en la República Centroafricana, resulta excesivo esperar seis meses para evaluar los avances de la misión –ha añadido Shetty–. La ONU debe prepararse sin demora para transformarla en una sólida operación de mantenimiento de la paz, con todos los recursos necesarios para dar la vuelta a esta terrible situación.” Amnistía Internacional ha expresado reiteradamente su preocupación por la lentitud con que se avanza en el establecimiento de una sólida operación para el mantenimiento de la paz, que facilita los graves abusos y violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en la República Centroafricana. El secretario general de la ONU ha dicho que podría hacer falta una fuerza para el mantenimiento de la paz de hasta 9.000 efectivos para restablecer el orden en país y ha establecido un fondo fiduciario para que los países donantes ayuden a financiar la MISCA. Además del despliegue de tropas, en la resolución del Consejo de Seguridad se pide el desarme, desmovilización y reintegración de todos los grupos armados presentes en la República Centroafricana. También se insta en ella a poner fin al reclutamiento y empleo de niños soldado y a garantizar la reunión de todo ex niño soldado con su familia. Asimismo, se impone un embargo internacional de armas al país de un año de duración. Amnistía Internacional ha pedido a todos los países que colaboren en estas iniciativas. La organización ha pedido además al Consejo de Seguridad de la ONU que garantice que la comisión internacional de investigación que se va a establecer en virtud también de la resolución dispone de medios suficientes para llevar a cabo sus investigaciones sobre las violaciones de derechos humanos. Los Estados pueden poner a disposición de la justicia a todo presunto autor de delitos de derechos internacional o violaciones graves de derechos humanos cometidos en la República Centroafricana. El Consejo de Paz y Seguridad de la UA insistió en el despliegue de una misión de mantenimiento de la paz bajo liderazgo africano en julio, cuando se deterioró la situación en materia de seguridad tras el derrocamiento del presidente François Bozizé en marzo. Desde entonces, la violencia ha desplazado a más de 400.000 personas y ha adoptado un aspecto interreligioso en algunas partes del país. La situación ha seguido empeorando en medio de un vacío que se creó en materia de seguridad al disolverse por orden de las autoridades de transición la coalición de grupos armados conocida como Seleka. “La Unión Africana ha expresado su preocupación por la crisis de la República Centroafricana anteriormente –ha explicado Shetty–. Con el país sumido cada vez más en el caos, es hora de acompañar las palabras con actos. Los Estados miembros de la UA de todo el continente deben comprometerse plenamente y con urgencia con la operación de mantenimiento de la paz para intentar poner fin a las atrocidades masivas antes de que la violencia se extienda todavía más.” Amnistía Internacional mantiene bajo atenta observación la situación de los derechos humanos en el periodo previo al despliegue de las fuerzas de la MISCA y tiene actualmente un equipo sobre el terreno.
