Amnistía Internacional acoge con satisfacción la exigencia de un importante inversor del fabricante neerlandés de cámaras desplegadas en la Jerusalén Oriental ocupada de que se apliquen salvaguardias de derechos humanos.
ASN Impact Investors ha afirmado que TKH Group debe adoptar políticas de diligencia debida en materia de derechos humanos en el plazo de un año o podría darse por terminada la inversión.
Esta decisión sienta el precedente adecuado para presionar a los inversores para que rindan cuentas por las acciones de los beneficiarios de sus inversiones.
La iniciativa se produce poco más de un año después de la publicación por Amnistía Internacional del informe Apartheid automatizado. Cómo se fragmenta, segrega y controla a la población palestina en los TPO ocupados mediante el reconocimiento facial, que documenta cómo la extensa red de cámaras habilitadas para el reconocimiento facial de Israel viola los derechos humanos de la población palestina en la Cisjordania ocupada y afianza el sistema de apartheid de Israel.
“Los inversores proporcionan las condiciones y los recursos que permiten que entidades como TKH Security desarrollen y vendan tecnologías de vigilancia impulsadas por inteligencia artificial. Su vigilancia es importante, especialmente cuando aumenta el riesgo de que se vulneren los derechos humanos”, ha afirmado Matt Mahmoudi, director interino de la Iniciativa Silicon Valley de Amnistía Internacional e investigador sobre inteligencia artificial y derechos humanos.
“Esto es especialmente urgente tras la intensificación de la represión por parte de Israel, impulsada por la vigilancia, de la libertad de circulación y de la libertad de asociación y de reunión pacífica después del 7 de octubre. El suministro de equipos y programas informáticos que puedan utilizarse para reforzar el apartheid, que es un crimen de lesa humanidad, y otras violaciones de derechos humanos por parte de Israel contra la población palestina no debe tolerarse en ninguna circunstancia”.
En respuesta a las conclusiones del informe de Amnistía Internacional sobre el apartheid automatizado, el inversor, en una comunicación a Amnistía, ha afirmado: “ASN Impact Investors ha decidido colaborar activamente con TKH Group para desarrollar políticas adecuadas de diligencia debida con el fin de evitar que este tipo de acuerdos tengan lugar en el futuro. Esto significa que TKH Group tiene un año para satisfacer las demandas de ASN Impact Investors, de lo contrario se dará por terminada la inversión. Esta es la herramienta más potente del conjunto de recursos de que dispone ASN Impact Investors”.
La decisión también consta en el informe anual de ASN Impact Investors para 2023 y en el informe semestral de inversión para la segunda mitad de 2023.
El informe de Amnistía sobre el apartheid automatizado identificó el uso de cámaras fabricadas por TKH Group en la Jerusalén Oriental ocupada, que probablemente formen parte del sistema de reconocimiento facial en red Mabat 2000. Este sistema, introducido en 2000 y mejorado considerablemente desde 2017 para integrar las capacidades de reconocimiento facial, ha otorgado a las autoridades israelíes poderes de control y vigilancia sin precedentes sobre la vida cotidiana de la población palestina en Jerusalén Oriental, lo que facilita las restricciones arbitrarias de su derecho a la libertad de circulación y a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.
Amnistía Internacional concluyó que había una o dos cámaras de videovigilancia cada cinco metros en la zona de la Ciudad Vieja y Sheikh Jarrah de Jerusalén. La vigilancia omnipresente que encarnan estas cámaras ha creado una atmósfera de miedo, ansiedad y represión entre la población palestina, que afianza aún más el sistema de apartheid de Israel.
En Jerusalén Oriental en particular, el uso de tecnologías de reconocimiento facial ha aumentado paralelamente a los intentos de Israel de desplazar por la fuerza a la población palestina de zonas estratégicas, y ha creado un efecto disuasorio sobre la capacidad de las personas palestinas para organizarse en público. Las autoridades israelíes utilizan las tecnologías de reconocimiento facial para vigilar y restringir la circulación de las personas palestinas que viven en los Territorios Palestinos Ocupados y para coaccionar a esas personas para que abandonen las áreas de interés estratégico para las autoridades israelíes y los colonos ilegales.Estos sistemas de vigilancia masiva y discriminatoria violan el derecho a la privacidad, a la igualdad y a no sufrir discriminación y a la libertad de circulación.
En abril de 2021, Amnistía Internacional identificó varios productos de videovigilancia de TKH, situados en infraestructuras operadas por la policía israelí en la Jerusalén Oriental ocupada. Hasta la fecha, TKH no ha respondido a las preguntas de Amnistía Internacional sobre la naturaleza de los productos propiedad de TKH Security que utilizan las fuerzas de seguridad israelíes, incluidas las relaciones indirectas, sus procedimientos de diligencia debida en materia de derechos humanos y si se había comprometido o tenía la intención de comprometerse públicamente a no desarrollar ni vender productos de reconocimiento facial.
Ante esta persistente falta de claridad y de compromiso con una mayor diligencia debida en materia de derechos humanos, la decisión de ASN es importante para garantizar la rendición de cuentas de las empresas.
Business investors tienen la responsabilidad de adoptar medidas proactivas y continuas para identificar las consecuencias negativas, potenciales o reales, de la inteligencia artificial y responder de ellas. Esto implica ejercer una mayor diligencia debida en materia de derechos humanos a fin de identificar, prevenir, mitigar y rendir cuentas de cómo abordan su impacto sobre los derechos humanos. Los inversores y los proveedores de vigilancia no deben participar en el desarrollo o la venta de tecnologías de reconocimiento facial, y deben poner fin de inmediato a sus exportaciones a las autoridades israelíes para su uso contra la población palestina.
Amnistía Internacional también pide la prohibición global del desarrollo, la venta y el uso de tecnologías de reconocimiento facial con fines de vigilancia.
Información complementaria
En mayo de 2023, Amnistía Internacional publicó el informe titulado Apartheid automatizado. Cómo se fragmenta, segrega y controla a la población palestina en los TPO ocupados mediante el reconocimiento facial. El informe ponía de relieve el uso por Israel de una red de vigilancia coordinada, que incluye Red Wolf y Mabat 2000, para rastrear a la población palestina y automatizar las duras restricciones a su libertad de circulación, lo que le ayuda a mantener su sistema de apartheid.
El 7 de octubre de 2023, Hamás y otros grupos armados palestinos lanzaron un ataque en el sur de Israel en el que murieron al menos 1.140 personas, de las cuales 36 eran niños y niñas, y unas 245 fueron tomadas como rehenes o cautivas. Israel respondió lanzando una devastadora ofensiva militar que ha causado la muerte de al menos a 37.000 personas en Gaza, la mayoría de las cuales eran civiles, y ha provocado una destrucción y un desplazamiento forzado sin precedentes. Mientras tanto, en la Cisjordania ocupada, una veintena de comunidades palestinas se han visto desplazadas como consecuencia de la violencia de los colonos respaldada por el Estado.