Grupo de defensa de los derechos de los votantes, primera víctima de la ley de “agentes extranjeros”

Golos es la primera ONG de Rusia en ser procesado bajo la ley de "agentes extranjeros" aprobada en 2012. © ANDREY SMIRNOV/AFP/Getty Images

26 de abril de 2013

Moscú.- La decisión, tomada por un tribunal de Moscú el 25 de abril de 2013, de imponer una multa a una ONG independiente y a su líder es un alarmante indicador del futuro de la sociedad civil en Rusia, han manifestado Amnistía Internacional y Human Rights Watch hoy. La Asociación de Defensa de los Derechos de los Votantes Golos (Voz) ha sido la primera ONG rusa que se ha topado con la ley de “agentes extranjeros”: le han impuesto una multa de 300.000 rublos (casi 10.000 dólares estadounidenses).Golos desempeñó un papel destacado en la organización de las tareas de observación electoral y denuncia de fraude electoral en las elecciones parlamentarias de 2011 y las elecciones presidenciales de 2012.“La causa contra Golos no sólo no debería haber prosperado, sino que ni siquiera debería haberse abierto –ha señalado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central–. La ley de agentes extranjeros es una mala ley, que se introdujo por razones políticas. Lamentablemente, no es de extrañar que haya dado lugar a decisiones de motivación política. Es un instrumento con el que castigar a quienes realizan labores de vigilancia y debe revocarse.”Golos ha sido acusada de violar una ley de 2012 por la que se exige a las organizaciones con financiación extranjera que se describan como “agentes extranjeros” si llevaban a cabo “actividades políticas” no definidas”. Dicha ley impone restricciones de la libertad de asociación que son incompatibles con las normas internacionales de derechos humanos.Es la primera organización contra la que se formulan acusaciones tras una oleada de inspecciones llevadas a cabo en las últimas semanas contra más de 200 organizaciones de todo el país, incluidas las oficinas de Moscú de Amnistía Internacional y Human Rights Watch.Las autoridades rusas acusaron a Golos de recibir alrededor de 10.000 dólares en concepto de premios tras presentarse al Premio Andrei Sakharov a la Libertad del Comité Noruego de Helsinki, pese a que la organización dijo a su banco que devolviera el dinero, lo cual se hizo. El Ministerio de Justicia afirmó que el trabajo realizado por Golos para promover la aprobación de un código electoral unificado tenía por objeto “influir en la opinión pública y en las decisiones de los órganos del Estado”, lo que, a su juicio, constituía una “actividad política”.“El fallo dictado hoy es una clara advertencia a la sociedad civil rusa y un terrible precedente –ha explicado Rachel Denber, directora adjunta de Human Rights Watch para Europa y Asia Central, que ha asistido a la vista judicial–. Las autoridades rusas deben retirar las acusaciones contra Golos y expresar su satisfacción por el trabajo de la ONG en vez de obstaculizarlo.”Se ha impuesto también una multa, de 100.000 rublos (unos 3.000 dólares), a la directora de Golos, Liliya Shibanova.La noticia de las sanciones contra Golos se conoció el 25 de abril, cuando el presidente Vladimir Putin participó en un programa respondiendo a preguntas planteadas por teléfono desde todo el país.“A la vez que se celebraba la vista judicial, el presidente Putin estaba diciendo al público que había que apreciar a las organizaciones que ponían de relieve violaciones de derechos humanos –ha afirmado Dalhuisen–. Las multas impuestas a Golos muestran claramente cómo va a ser ese aprecio.”Otro grupo, el Centro Regional de Apoyo a las Iniciativas Públicas de Kostroma, se enfrentará a cargos similares el 29 de abril por haber organizado una mesa redonda sobre las relaciones entre Estados Unidos y Rusia a la que asistió un diplomático. Nueve grupos más, cuyas actividades abarcan desde iniciativas ecológicas hasta apoyo a niños con enfermedades congénitas raras, han recibido advertencias oficiales de la fiscalía.En sendos informes publicados el 24 de abril –Freedom under threat: The clampdown on freedom of expression, assembly and association in Russia yLaws of Attrition: Crackdown on Russia’s Civil Society after Putin’s Return to the Presidency–, Amnistía Internacional y Human Rights Watch señalan que el menoscabo y la violación sistemáticos del derecho a la libertad de expresión, reunión y asociación son el rasgo característico de la trayectoria del presidente Putin durante el primer año su tercer mandato en lo que a los derechos humanos se refiere.

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