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Amnistía Internacional reitera su petición de que la policía suspenda el uso de pistolas Taser tras la muerte en el aeropuerto

Amnistía Internacional (AI) reitera su petición a las autoridades canadienses para que se suspenda el uso de pistolas Taser tras ver el vídeo en el que se recogen los últimos momentos de un hombre que murió el mes pasado en el Aeropuerto Internacional de Vancouver tras recibir varias descargas paralizantes de la policía. En las imágenes, dadas a conocer esta semana, se ve cómo la policía reduce al inmigrante polaco Robert Dziekanski, que había dado muestras de agitación en la zona de llegadas del aeropuerto. En el vídeo se ve cómo los agentes le aplican varias descargas, incluso después de tenerlo inmovilizado en el suelo. Según un testigo presencial, un policía usó la rodilla para sujetar el cuello y la cabeza de Dziekanski contra el suelo, y en el vídeo se ve a otro agente golpeándolo varias veces con una porra. Minutos después, acudió al lugar un equipo médico de urgencia, que declaró muerto a Dziekanski. El caso refuerza la preocupación de AI sobre la seguridad de las armas paralizantes de electrochoque, así como sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. En los últimos años, AI ha documentado otros 16 casos de fallecimiento en Canadá tras el uso de pistolas paralizantes por la policía. En casi todos la víctima había sido sometida a varias descargas, así como a otras medidas de fuerza. En la inmensa mayoría se trataba de personas desarmadas que no parecían presentar una grave amenaza cuando la policía las redujo. Las normas internacionales exigen que la policía sólo use la fuerza como último recurso, de manera proporcional a la amenaza y de forma que minimice el riesgo de dolor y lesiones. En el caso de Robert Dziekanski, a AI le preocupa que la policía parece haber pasado por alto tales normas, recurriendo casi de inmediato al uso de pistolas Taser, sin agotar los medios no violentos. A AI también le preocupa el nivel de fuerza utilizada en general en el incidente, incluido lo que podría ser una peligrosa llave inmovilizante. AI declaró que seguía habiendo graves interrogantes sobre los riesgos para la salud de las armas de electrochoque. Los peligros potenciales que entraña la aplicación de múltiples descargas eléctricas se pusieron de relieve en un informe encargado por la Asociación Canadiense de Jefes de Policía, que advertía en 2005: “Los agentes de policía deben ser conscientes de los efectos adversos de ciclos múltiples consecutivos” de armas de electrochoque. En Estados Unidos, más de 280 personas han muerto tras recibir descargas de pistolas Taser de la policía. Aunque los forenses han atribuido la mayoría de estas muertes a otras causas, en más de 30 de los casos se halló que la Taser había sido causa o posible factor concurrente de la muerte. En un informe publicado este año, AI pidió a las autoridades canadienses que suspendieran el uso de las pistolas Taser hasta que se llevara a cabo una investigación rigurosa e independiente sobre su uso y sus efectos. Los departamentos que siguen empleándolas deben limitar estrictamente su uso a situaciones en las que estaría justificado que los agentes utilizaran medios letales y cuando no puedan utilizarse medios menos drásticos.

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