“El Orgullo es un momento importante para que las personas LGBTI y aliadas celebren su amor. Es también una protesta precisamente contra el tipo de discriminación que las autoridades polacas están introduciendo gradualmente en la legislación. Esta propuesta, que forma parte de una oleada más amplia de represión de los derechos LGBTI, no tiene cabida en ningún Parlamento. Pedimos a las parlamentarias y parlamentarios polacos que reconozcan que el amor es amor, y rechacen esta propuesta odiosa, que es discriminatoria hasta la médula”, manifestó Nils Muižnieks.
"Esta propuesta restringirá el derecho a protestar pacíficamente. Este tipo de restricción es inaceptable en todos los casos, y más aún cuando está supuestamente ‘justificada’ por discriminación. Aunque la iniciativa no emane del Parlamento polaco, queremos dejar claro que la normalización de la retórica del odio por el gobierno ha creado un entorno en el que la gente se siente autorizada para diseminar la intolerancia", lamentó Muižnieks
El proyecto de ley “Stop LGBT” se originó como una iniciativa legislativa ciudadana, instrumento que permite enviar un proyecto de ley al Parlamento con el respaldo de al menos 100.000 firmas de la ciudadanía. De aprobarse, la ley prohibiría las marchas del Orgullo y cualquier otra reunión pública que “promueva” las orientaciones sexuales no heterosexuales y las identidades de género diversas.