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Las autoridades israelíes deben dejar en libertad a preso de conciencia palestino recluido en Cisjordania

El activista palestino Bassem Tamimi junto con su mujer. © Particular
Las autoridades israelíes deben poner fin a la campaña de hostigamiento, intimidaciones y detención arbitraria a que vienen sometiendo a un activista palestino en la Cisjordania ocupada, ha manifestado Amnistía Internacional.

Bassem Tamimi, recluido desde que lo detuvieron la semana pasada en una manifestación pacífica contra la invasión de tierras palestinas por colonos israelíes, podría ser condenado nuevamente a prisión tras su comparecencia el pasado miércoles ante el Tribunal Militar de Ofer.  

"Una vez más, Bassem Tamimi se halla recluido únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y reunión. Creemos que es preso de conciencia y que debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones", ha manifestado Ann Harrison, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Tamimi fue detenido el 24 de octubre, tras una manifestación pacífica celebrada en un supermercado del asentamiento de Sha’ar Benjamin, al norte de Ramala. Más de 100 personas se congregaron allí para pedir el fin de la ocupación y un boicot a todos los productos israelíes.

Se lo acusa de agredir a un agente de policía, participar en una manifestación no autorizada y desarrollar actividades contra el orden público.

Si es declarado culpable de alguno de estos dos últimos "delitos", tendrá también que cumplir al menos una de dos condenas condicionales que le fueron impuestas en un juicio anterior: 2 meses de prisión por participación en una manifestación no autorizada, y 17 meses por "actividades contra el orden público".

Tras ver unas imágenes filmadas de la manifestación, el juez militar determinó que fuera puesto en libertad y quedase bajo arresto domiciliario durante el procedimiento judicial. El fiscal militar ha recurrido contra esta decisión, por lo que continúa recluido en la prisión de Ofer.  

Tamimi fue condenado anteriormente, en mayo de 2012, a 13 meses de prisión por participar en la organización de manifestaciones pacíficas contra los asentamientos israelíes de Cisjordania. En ese momento, Amnistía Internacional lo consideró preso de conciencia y pidió que fuera puesto en libertad de inmediato y sin condiciones.

El establecimiento de asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada y su expansión violan el derecho internacional humanitario.

Detención violenta

Según testigos e información publicada en los medios de comunicación, el 24 de octubre, cuando los manifestantes se marchaban ya del supermercado, fueron golpeados con porras por la policía y las fuerzas de seguridad israelíes, que dispararon también granadas paralizantes.

La esposa de Bassem, Nariman Tamimi, que participó en la manifestación, ha contado a Amnistía Internacional: "La policía fue brutal durante la detención. [Los agentes] tiraron a Bassem al suelo y lo aplastaron contra él mientras le ponían las esposas en las manos. Golpeaban a cualquiera que intentara acercarse a ellos. Parecían asustados y nerviosos. Querían practicar las detenciones rápido".

A pesar de que la policía hizo uso excesivo e innecesario de la fuerza, el fiscal militar ha acusado a Bassem Tamimi de agresión basándose en el testimonio de un agente que afirma que el activista lo golpeó en la mano.

Amnistía Internacional ha hablado con testigos y ha examinado numerosos vídeos de la manifestación sin encontrar indicios de que él o los demás manifestantes recurrieran a la violencia. Tamimi propugna la resistencia pacífica y participa desde hace mucho tiempo en protestas no violentas. Otro manifestante palestino que se encuentra ahora en libertad bajo fianza se enfrenta a cargos similares.

Tamimi consiguió ponerse en contacto con su esposa después de la detención.

"Tenía todavía su teléfono y me dijo que estaba en una celda en alguna parte y que le parecía que tenía algo roto en el pecho. Dijo: 'no puedo moverme ni respirar, y estoy muy cansado'. Luego le quitaron el teléfono, así que no pudimos hablar más", ha contado Nariman Tamimik a Amnistía Internacional.

Invasiones de colonos

Bassem Tamimi es del pueblo cisjordano de Al Nabi Saleh, situado 21 kilómetros al noroeste de Ramala.

En julio de 2008, los colonos israelíes del cercano Halamish comenzaron a hacer uso del manantial de Qaws, que se encuentra en tierras de Al Nabi Saleh y servía para regar los cultivos de esa zona y del cercano pueblo de Deir Nitham. En febrero de 2009 empezaron también a construir estructuras allí.

La población palestina denunció que los colonos estaban construyendo en tierras palestinas privadas y que las obras causaban daños en otros bienes, incluidos los árboles. La policía archivó sistemáticamente las denuncias contra los colonos por "falta de pruebas".

La Administración Civil de Israel, organismo militar que controla la mayor parte de Cisjordania, prohíbe a los palestinos acercarse al manantial de  Qaws en grupos, así como los viernes, mientras que a los colonos se les permite el acceso sin restricciones.

Manifestaciones constantes

El 9 de diciembre de 2009 comenzaron a convocarse manifestaciones semanales. Todos los viernes, los habitantes de Al Nabi Saleh y grupos de activistas solidarizados con ellos se congregan hacia mediodía en el centro del pueblo y marchan pacíficamente hacia el manantial. El ejército israelí ha hecho reiteradamente uso excesivo e innecesario de la fuerza contra ellos, con medios como granadas paralizantes, aerosoles de pimienta, porras y armas de fuego.

Se disuelven las manifestaciones en cuanto comienzan, por lo que no suelen llegar al manantial. El ejército israelí irrumpe de manera habitual en el pueblo, normalmente de noche, y efectúa registros de viviendas y detenciones, incluso de niños menores de 15 años.

La legislación militar israelí vigente en Cisjordania impone fuertes y arbitrarias restricciones a la libertad de expresión y de reunión pacífica, que obligan a solicitar permiso al ejército israelí para toda reunión de 10 o más personas "con un fin político o para un asunto que quepa considerar político".

Nariman Tamimi ha dicho a Amnistía Internacional que en Al Nabi Saleh y en todas las zonas donde hay resistencia popular, la policía ejerce violencia extrema, y ha señalado que "no pasa nada [en las protestas], sólo coreas consignas y expresas tu opinión".

Por el hecho de ser uno de los organizadores de las manifestaciones de Al Nabi Salneh y coordinador del comité popular del pueblo, Bassem Tamimi, así como su familia, es tratado con dureza por el ejército israelí.

Desde que comenzaron las manifestaciones han irrumpido numerosas veces en su casa y la han registrado. Su esposa ha estado detenida dos veces, y dos de su hijos han sufrido lesiones: Wa'ed estuvo cinco días en el hospital tras ser alcanzado en la pierna por una bala de goma, y Mohammed resultó herido por un bote de gas lacrimógeno que dispararon directamente contra él y lo golpeó en el hombro.

Bassem Tamimi ha sido detenido por el ejército israelí 11 veces hasta la fecha, aunque sólo en una ocasión ha sido condenado por un tribunal militar, por cargos que Amnistía Internacional cree que eran infundados.

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