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Hace falta una investigación más exhaustiva sobre las actividades de Shell tras la detención de contratistas

In Port Harcourt, Nigeria, activistas protestan por la contaminación en el Delta del Niger Delta, abril de 2012.
El importante incendio que obligó a Shell a cerrar su oleoducto en el sur de Nigeria suscita serias dudas sobre la actuación del gigante petrolero, han declarado Amnistía Internacional y la Coalición Nacional Nigeriana sobre Quema de Gas y Vertidos de Petróleo (NACGOND).

Ambas organizaciones han pedido una investigación independiente sobre los sucesos que desembocaron en el incendio de Bodo, en el Estado de Rivers, una zona ya devastada por años de contaminación por petróleo.

Los servicios de seguridad nigerianos detuvieron a ocho contratistas de Shell en relación con el incendio que estalló la semana pasada (el 19 de junio), tras un vertido de petróleo en una sección del oleoducto situada cerca de Bodo que los contratistas estaban reparando.

Está previsto que esta semana se inicie una investigación de Shell sobre la causa del incendio.

Shell afirma que el incendio fue consecuencia del robo de petróleo. Sin embargo, algunos miembros de la comunidad declararon a la NACGOND que en los días previos al incendio, las fuerzas de seguridad nigerianas impidieron acercarse a la zona del vertido a cualquier persona salvo a los contratistas de Shell. La gente vio desde la orilla que cargaban embarcaciones con petróleo para llevárselo de allí.

Parece que a Shell le preocupa más la operación de relaciones públicas que la operación de limpieza. La empresa debería centrarse menos en su reputación y empezar a abordar los daños causados a las vidas de los habitantes de Bodo”, afirmó Audrey Gaughan, directora del Programa sobre Asuntos Temáticos Globales de Amnistía Internacional.

“La investigación de Shell sobre la causa del incendio no basta —declaró Tracy Adole, de NACGOND—. Lo que hace falta es una investigación totalmente transparente e independiente sobre lo sucedido en Bodo los días previos al incendio y sobre el papel y la competencia de los contratistas de Shell. Hay serios interrogantes sin respuesta sobre a quién confió Shell la reparación de alto riesgo del oleoducto y sobre su propio nivel de supervisión.”

El incendió estalló tras un vertido de petróleo ocurrido el 11 de junio en una zona donde los contratistas de Shell trabajaban en labores de mantenimiento y reparación. La zona estaba custodiada por las fuerzas de seguridad, que aparentemente impedían el acceso no autorizado. Los habitantes de la zona trataron de visitar el emplazamiento para evaluar el alcance del vertido, pero no se les permitió entrar.

Los testigos informaron de que, tras el vertido, habían visto a los contratistas de Shell  cargando petróleo en embarcaciones durante varios días.

“Los datos hacen difícil creer que alguien, aparte de los contratistas de Shell, estuviera en las proximidades del lugar los días previos al incendio —dijo Tracy Adole—. Shell se dio prisa en señalar el robo de petróleo como causa de la contaminación y del incendio de Bodo, pero la compañía todavía no ha respondido exhaustivamente del papel de sus propios contratistas.”

En los últimos diez años, Shell viene afirmando que la mayoría de los vertidos de petróleo en el delta del Níger se deben al robo de petróleo y al sabotaje de sus oleoductos. La compañía basa estas afirmaciones en un sistema que incluye datos impugnados públicamente y depende casi exclusivamente de información proporcionada por la propia compañía.

Los presuntos casos de robo y sabotaje no han sido verificados por ningún organismo independiente.
La semana pasada, NCP, un organismo neerlandés que vigila la actuación de las empresas, concluyó que las declaraciones de Shell de que el sabotaje era el responsable de la mayoría de los vertidos de petróleo de Nigeria se basaban en datos cuestionados y en investigaciones deficientes.


Información complementaria

En 2008 hubo dos vertidos masivos de petróleo en Bodo, en el delta del Níger. Ambos fueron resultado de fallos operativos de Shell. Pese a los enormes daños causados al medio ambiente, Shell nunca limpió los vertidos. La comunidad ha llevado ahora su caso a los tribunales británicos para reclamar indemnizaciones y la limpieza.

En 2011, un importante estudio científico realizado por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente documentó graves problemas en la respuesta de Shell a los vertidos. El mismo estudio señalaba que los reguladores nigerianos estaban “a merced” de las compañías petroleras en lo relativo a las visitas a los emplazamientos para investigar los vertidos de petróleo.

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