En respuesta a los informes que indican que el gobierno del presidente Biden se dispone a levantar la suspensión de los envíos de armas “ofensivas” que se mantenía desde hace años, Elizabeth Rghebi, directora de Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha hecho la declaración siguiente:
“La decisión de la administración Biden de levantar su suspensión de enviar armas ‘ofensivas’ al gobierno de Arabia Saudí es imprudente ante los abundantes indicios de que las transferencias de armas a la coalición dirigida por Arabia Saudí han causado enormes daños a la población civil yemení, que sigue soportando desde hace tiempo las consecuencias del conflicto en curso.
“Estados Unidos y otros Estados que suministran armas deben poner fin a todas las transferencias de armas, materiales y asistencia militar a Arabia Saudí hasta que se estableza la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas en Yemen.
“Al levantar la suspensión de las ventas de armas ‘ofensivas’ a Arabia Saudí sin que haya rendición de cuentas por los crímenes cometidos en el pasado, el gobierno de Biden envía a las autoridades de Arabia Saudí y a otros gobiernos de todo el mundo el mensaje de que respetar el derecho internacional es opcional.
“La legislación de Estados Unidos y el derecho internacional son claros a este respecto. El gobierno de Estados Unidos no debe suministrar armas cuando exista el riesgo de que puedan utilizarse para cometer violaciones del derecho internacional. Estados Unidos debe suspender, con carácter prioritario, las transferencias de armas estadounidenses a gobiernos que presenten un historial documentado de violaciones graves del derecho internacional, incluidos crímenes de guerra. Esto es válido para cualquier país al que Estados Unidos suministre armas, ya sea Arabia Saudí, Israel, u otros.
“El gobierno de Estados Unidos también debe apoyar las iniciativas internacionales de rendición de cuentas que posibiliten la justicia y la reparación tan necesarias para las víctimas del conflicto en Yemen.
“La población yemení se enfrenta a una de las peores crisis humanitarias del mundo, y la reciente escalada militar en el país, tras los ataques aéreos de Estados Unidos, Reino Unido e Israel contra objetivos huzíes, corre el riesgo de deteriorar una situación de por sí grave para la población civil.”