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El presidente Obama debe abordar la situación de los derechos humanos durante su visita

Logo de las mujeres conductoras © oct26driving
Durante su visita de esta semana a Arabia Saudí, el presidente Barack Obama debe romper el silencio de la administración estadounidense sobre el historial del país en materia de derechos humanos, adoptando públicamente una postura enérgica contra las violaciones sistemáticas de tales derechos que se cometen en él, ha manifestado Amnistía Internacional. Está previsto que el presidente estadounidense llegue hoy a Arabia Saudí. Su visita coincide con una campaña local en favor de que se ponga fin a la prohibición de conducir impuesta allí a las mujeres. Amnistía Internacional le pide que exprese su consternación por la discriminación de las mujeres, designando a una mujer como conductor oficial suyo durante la visita. “Es esencial que el presidente Obama envíe un mensaje enérgico al gobierno saudí para hacerle saber que sus graves violaciones de derechos humanos y su discriminación sistemática son inaceptables. No enviarlo supondrá menoscabar los principios de derechos humanos que Estados Unidos afirma defender”, ha señalado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. “Estados Unidos lleva demasiado tiempo evitando hablar con Arabia Saudí sobre su historial en materia de derechos humanos, desentendiéndose así, en gran medida, de un creciente catálogo de abusos. Esta visita es una oportunidad para que el presidente demuestre que va a dejar de sacrificar el respeto de los derechos humanos básicos, incluidas la igualdad y la ausencia de discriminación, por los intereses económicos y políticos.” Además, la visita del presidente estadounidense se produce en un momento en que Arabia Saudí ha intensificado la represión contra los activistas de los derechos humanos e introducido una ley antiterrorista que criminaliza prácticamente toda forma de disidencia pacífica. Los defensores saudíes de los derechos humanos sufren actos de hostigamiento, detenciones y encarcelamientos en el marco de una campaña implacable de represión del activismo pacífico. Las autoridades continúan prohibiendo las concentraciones pacíficas y se niegan sistemáticamente a aprobar una ley que permitiría establecer grupos independientes de derechos humanos. También pretenden controlar y bloquear las redes sociales. “El gobierno de Arabia Saudí reprime sin ningún reparo a quienquiera que se atreve a criticar sus métodos. Hay utilizado reiterada e implacablemente tácticas represivas para aplastar toda forma de disidencia”, ha afirmado Hassiba Hadj Sahraoui. Amnistía Internacional pide al presidente Obama que se reúna con activistas locales y que exponga las autoridades la difícil situación de las mujeres saudíes, entre muchos otros problemas de derechos humanos. Arabia Saudí es el único país del mundo donde se prohíbe a las mujeres conducir. Además, las mujeres siguen enfrentándose a una arraiga discriminación en muchos otros niveles. En virtud del restrictivo sistema de tutelaje del país, necesitan el permiso de un tutor varón para casarse, viajar, someterse a determinados tipos de cirugía, aceptar un trabajo remunerado o cursar estudios superiores. “Además de designar a una mujer para que sea su conductora durante la visita, el presidente Obama debe intentar reunirse también con las mujeres saudíes que han desafiado la prohibición de conducir”, ha añadido Hassiba Hadj Sahraoui. Los trabajadores y trabajadoras migrantes y la comunidad musulmana chií del país también sufren discriminación generalizada y sistemática.  La tortura y otros malos tratos bajo custodia son comunes y se cometen con impunidad. Los tribunales admiten de manera habitual “confesiones” obtenidas mediante tortura. Y se sigue haciendo amplio uso de castigos corporales coma la flagelación y la amputación de miembros.  “El presidente Obama no debe viajar al país sin presionar a las autoridades saudíes para que pongan fin a la represión de las libertad de expresión, asociación y reunión; la discriminación de las mujeres y la minorías, y todas las formas de tortura y otros malos tratos”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui. “Criticar selectivamente sólo las violaciones de derechos humanos de unos y hacer caso omiso de las de otros porque son aliados supone traicionar a las víctimas y debilitar el sistema internacional de derechos humanos.” Amnistía Internacional ha lanzado, una vez más, una ciberacción a través de su centro de activismo, para pedir que las autoridades saudíes dejen de discriminar a las mujeres y acaben con su acoso e intimidación contra las activistas.

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