Los gobiernos estadounidense y ruandés deben actuar con rapidez para garantizar la entrega segura de Bosco Ntaganda a la Corte Penal Internacional (CPI), ha declarado hoy Amnistía Internacional.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó que Bosco Ntaganda —que lidera una facción del grupo armado M23— llegó a la embajada de Estados Unidos en Kigali, capital de Ruanda, el 18 de marzo de 2013 y solicitó que lo transfirieran a La Haya. Estados Unidos se ha comprometido a favorecer esta petición.
Amnistía Internacional pide a las autoridades estadounidenses y ruandesas que garanticen que los derechos de Bosco Ntaganda estarán protegidos mientras espera que lo transfieran a la CPI, donde pueda ser sometido a un juicio justo en el que se respeten plenamente sus derechos.
“La entrega de Bosco Ntaganda a la CPI debe tener un fuerte efecto disuasorio sobre otras personas y ayudar a romper los persistentes ciclos de impunidad que devastan el este de la República Democrática del Congo (RDC)”, ha manifestado Sarah Jackson, directora adjunta del Programa para África de Amnistía Internacional.
“Bosco Ntaganda está acusado por la CPI de cometer crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Ituri, este de la RDC, en 2002 y 2003. Crímenes que causaron un sufrimiento indecible a la población del este de la RDC.”
A pesar de la orden de detención dictada en 2006 por la CPI, Bosco Ntaganda jamás fue detenido ni por las autoridades de la RDC ni por las de la ONU. Por el contrario, en enero de 2009 lo nombraron general del ejército congoleño, en el contexto del acuerdo de paz en el que se incluía a grupos armados.
“Las víctimas llevan esperando los seis últimos años la detención de Bosco Ntaganda y su entrega a la CPI. Es importante que finalmente se produzca”, ha señalado Jackson.
Amnistía Internacional también pide a las autoridades congoleñas que detengan a Sylvestre Mudacumura, jefe militar de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda, para que también sea entregado a la CPI.
“Es obligación de todo Estado no ofrecer refugio seguro a presuntos autores de genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra.”
En 2006 la CPI dictó por primera vez una orden de detención contra Bosco Ntaganda por el cargo de reclutar a niños menores de 15 años como soldados de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo en Ituri entre 2002 y 2003.
En julio de 2012, la CPI dictó una segunda orden de detención por cargos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, entre los que se incluían asesinato, violación y esclavitud sexual, que también se produjo presuntamente en 2002 y 2003.
Bosco Ntaganda lideró posteriormente el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, cuyos integrantes cometieron graves abusos contra los derechos humanos, como una masacre que tuvo lugar en Kiwanja, Kivu Septentrional, en la que más de 150 civiles perdieron la vida en noviembre de 2008.
En abril de 2012, Bosco Ntaganda lideró una rebelión creando el grupo armado M23, cuyos combatientes han cometido numerosos abusos contra los derechos humanos, como homicidios ilegítimos, reclutamiento forzoso de menores y violación.