No se debe permitir que el ex dirigente haitiano Jean-Claude Duvalier eluda la justicia por su presunta responsabilidad en crímenes contra la humanidad cometidos durante el tiempo que estuvo en el cargo, y las víctimas deben recibir reparación. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional cuando está previsto que un tribunal examine la apelación sobre la causa contra el ex presidente, conocido como “Baby Doc”.
Durante la vista, el tribunal estudiará una petición presentada por sobrevivientes y familiares de víctimas de tortura, ejecución ilegal y desaparición forzada cometidas durante el tiempo que Duvalier ocupó el poder (1971-1986), en la que solicitan que se anule la decisión anterior de no investigar la presunta responsabilidad del ex dirigente en esos crímenes.
En enero de 2012, el juez de instrucción asignado al caso decidió juzgar al ex dirigente únicamente por malversación de fondos públicos, alegando que los crímenes contra la humanidad de los que se le acusaba habían prescrito en virtud de la legislación haitiana.
“Las normas internacionales de derechos humanos son muy claras respecto a casos como este. Hay delitos, como la tortura, las ejecuciones, la detención arbitraria y la desaparición forzada, que no prescriben, y sus presuntos autores no pueden beneficiarse de indultos o amnistías”, ha manifestado Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía Internacional.
Los abogados que representan a las víctimas de violaciones de derechos humanos han denunciado varios defectos de procedimiento en la manera en que se ha tratado la apelación hasta el momento, entre ellos el hecho de que no a todos los demandantes se les ha notificado la celebración de las vistas.
Está previsto que la vista ante el tribunal de apelación se celebre el 7 de febrero, tras haberse aplazado por incomparecencia de Jean-Claude Duvalier el 31 de enero.
Pese a haber sido puesto bajo arresto domiciliario durante la investigación, Jean-Claude Duvalier sigue participando en actos públicos acompañado de sus abogados y simpatizantes y a principios de enero de 2013 se informó de que se le había concedido el pasaporte diplomático.
Asimismo, el presidente Martelly ha realizado varias declaraciones públicas en las que ha sugerido el indulto de Duvalier. Todo ello arroja dudas sobre la disposición de las autoridades haitianas a abordar la impunidad total que sigue rodeando los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el tiempo que Jean-Claude Duvalier ocupó el poder.
“Con el caso de Jean-Claude Duvalier está en juego la credibilidad entera del sistema de justicia haitiano. Sólo respetando los procedimientos en la apelación, lo cual incluye examinar detenidamente todas las pruebas y escuchar a todas las víctimas, podrá el tribunal demostrar la profesionalidad e independencia del sistema de justicia de Haití”, ha manifestado Javier Zúñiga.
Jean-Claude Duvalier regresó a Haití en enero de 2011 tras un exilio de 25 años en Francia. A su regreso, las autoridades haitianas lo acusaron de malversación y robo de fondos públicos cometidos durante su presidencia y, más tarde, de crímenes contra la humanidad, tales como tortura, ejecuciones, detención arbitraria y desaparición forzada, cometidos entre 1971 y 1986.
El día fijado para la vista, 7 de febrero, es también el 27º aniversario de la huida de Jean-Claude Duvalier al exilio en 1986. Su huida puso fin a los 28 años de gobierno de la familia Duvalier, un gobierno que se inició con la llegada al poder de su padre, François Duvalier, en 1957.
