Las innegables diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres han servido a muchos para infravalorar al deporte femenino desde sus inicios hasta la actualidad. Repasamos un siglo de logros deportivos de mujeres que pusieron en evidencia a quienes pensaron, y piensan, que el sacrificio, el talento y las hazañas deportivas son cosa de hombres y recordamos que la igualdad en el deporte es también una cuestión de derechos humanos.
Gertrude Ederle, la aventurera que atravesó un imposible
Hace casi 100 años, Gertrude Ederle, una joven neoyorquina de apenas de 21 años, consiguió algo que aún hoy parece imposible para cualquier persona: cruzar a nado el Canal de la Mancha, las frías y movidas aguas que separan Gran Bretaña del continente europeo.
Gertrude nació en una familia humilde, pero tuvo la oportunidad de aprender a nadar –algo no tan común en ese momento para las niñas–, y pronto demostró un talento excepcional, tanto en velocidad como en resistencia.
Con solo 19 años, participó en los Juegos Olímpicos de París de 1924, logrando una medalla de oro en relevos y dos bronces en categoría individual. Pero su gran hazaña estaba fuera de las competiciones oficiales: quiso ser la primera mujer en recorrer a nado los cerca de 34 kilómetros de aguas del Canal de la Mancha en su punto más estrecho. Por supuesto, numerosas voces afirmaron que era imposible que una mujer realizara tal hazaña. En 1925 no lo consiguió debido al mal tiempo, pero siguió entrenando y, al año siguiente, atravesó el Canal en 14 horas y media, dos horas por debajo del anterior récord.
A pesar de la fama momentánea que le reportó esta hazaña, su figura pareció disolverse en la historia del deporte, hasta que la película La joven y el mar, estrenada en 2024, pareció rescatar en parte su nombre del olvido.
Kathrine Switzer, la mujer que superó 42 kilómetros, 195 metros y siglos de prejuicios
En 1967, Kathrine Switzer se inscribió en el Maratón de Boston utilizando solo sus iniciales para ocultar su género, ya que las mujeres tenían prohibido participar en esta competición. Cualquiera sabe que para correr 42 kilómetros hacen falta disciplina, tenacidad, fortaleza mental… todo eso de lo que las mujeres carecen según siglos de discriminación.
Pero resulta curioso que los que afirmaban entonces que era imposible que una mujer finalizara un maratón eran los mismos que –por si acaso– no dejaban ninguna opción a que lo intentaran… De hecho, durante la carrera un árbitro se dio cuenta de la presencia de Kathrine, se puso delante e intentó que parara, pero ella siguió corriendo. Su pareja le dio un pequeño empujón y ese hombre acabó, junto a sus prejuicios, por el suelo. La fortuna quiso que la escena pasara justo delante del autobús de la prensa, por lo que la escena quedó retratada paso a paso.

Kathrine Switzer desafió las normas al convertirse en la primera mujer en correr oficialmente el maratón de Boston. Su valentía, pese a los intentos de expulsarla, abrió el camino a la igualdad en el deporte. © Boston Herald
Switzer no solo desafió las reglas, sino que las cambió para siempre. Usó su notoriedad para reclamar la posibilidad de que las mujeres pudieran correr el maratón en cualquier parte del mundo. En 1972, cinco años después, Boston aceptó las inscripciones de mujeres por primera vez. La guinda del pastel llegó en 2017, cuando volvió a correr esa carrera con 70 años y con el mismo dorsal que usó 50 años antes. El día que demostró no sólo que una mujer es capaz de correr 42,195 kilómetros sino también lo ridículos que resultan quienes intentan interponerse en su camino.
Billie Jean King, o cómo hacer callar a un bocazas
“Las tenistas no tienen estabilidad emocional para ser deportistas y deberían restringir su actividad a la cama y a la cocina”. Es la perla de frase que soltó en Bobby Riggs, un tenista retirado y que propició que en 1973 la tenista estadounidense Billie Jean King, dominadora en ese momento del circuito, le retara a jugar contra ella.
“Las tenistas no tienen estabilidad emocional para ser deportistas y deberían restringir su actividad a la cama y a la cocina.”
El partido fue conocido como "La Batalla de los Sexos", aunque en realidad de lo que se trataba era de luchar contra el machismo. King derrotó con cierta comodidad al bocazas por 6-4, 6-3 y 6-3. El partido fue visto por 90 millones de personas y supuso un antes y un después en la percepción del deporte femenino, empezando por Riggs, que reconoció que había subestimado a su oponente.
Pero la lucha de Billie Jean por la igualdad no acabó ese día. Participó en la fundación de la Women's Tennis Association (WTA), que hasta el día de hoy sigue dirigiendo las más importantes competiciones en este deporte y reivindicó toda su vida la igualdad salarial entre hombres y mujeres, algo que aún muchos torneos siguen sin cumplir.
Junko Tabei y Edurne Pasabán, mujeres en la cima del mundo
Como hemos visto, casi siempre que una mujer se plantea una hazaña deportiva, hay voces que aseguran que su objetivo es imposible. Es lo que le dijeron muchos a la alpinista japonesa,Junko Tabei cuando se propuso alcanzar la cima de la montaña más alta del mundo, el Everest.
En 1975 Tabei no sólo lo consiguió, sino que dedicó su vida a promocionar el alpinismo femenino. En los años siguientes a Tabei, docenas de mujeres siguieron escalando las montañas más altas y peligrosas del mundo, y de hecho la española Edurne Pasabán hizo historia al convertirse en 2010 en la primera mujer en ascender los 14 ochomiles del planeta, las montañas de más de 8.000 metros de altura. Sólo veinte hombres lo habían conseguido antes que ella.

Junko Tabei (derecha), pionera del alpinismo y primera mujer en llegar a la cima del Everest en 1975, junto a sus compañeras de expedición. Su hazaña marcó un hito histórico para la igualdad de género en la montaña. © Jaan Künnap
Sabrina Ionescu, triples en busca de la igualdad

Sabrina Ionescu, referente del baloncesto femenino y jugadora de New York Liberty, durante un partido de la WNBA frente a Minnesota Lynx en 2022. Su talento la ha convertido en una de las estrellas más influyentes de la liga. © John Mac
Sabrina Ionescu es una jugadora de baloncesto estadounidense muy completa, pero si en algo destaca es por su lanzamiento de triples. Tras romper varios récords en la liga universitaria, Ionescu ha seguido demostrando su talento en la WNBA, la mejor liga de baloncesto femenina del mundo, donde cada semana sus actuaciones consiguen audiencias similares a las de sus compañeros masculinos.
En 2023, esta joven jugadora de los New York Liberty encestó 25 de los 27 lanzamientos en el concurso de triples, lo que suponía el récord absoluto tanto en categoría femenina como masculina. Esto llamó la atención de Stephen Curry, el reconocido mejor triplista de la historia de la NBA y le retó al año siguiente al concurso de triples del All Star Game. Sabrina realizó una actuación espectacular, pero no tan buena como la de su anterior año y perdió por un estrecho margen con Curry.
Sin embargo, pese a la derrota Ionescu demostró ante una audiencia global que una mujer podía competir de tú a tú frente al mejor lanzador. Y quizás lo más importante, aunque mucha gente quisiera equipararlos, el ambiente de la competición estuvo muy lejos de aquella “Batalla de los sexos”, puesto que entre Curry y Ionescu solo existió una sana competición y palabras de reconocimiento mutuo.
Es evidente que los jugadores de la NBA de media son más altos, más anchos o pueden saltar más lejos. Pero Ionescu, junto a cientos de jugadoras en todo el mundo, demuestran cada día que el talento deportivo no tiene género y que, desde luego, la puntería al lanzar tampoco.
En resumen: seis pioneras que hicieron historia
Estas mujeres no solo rompieron récords, también derribaron barreras y abrieron caminos para la igualdad en el deporte. Sus logros, en una frase:
- Gertrude Ederle: primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha.
 - Kathrine Switzer: primera mujer en correr oficialmente el Maratón de Boston.
 - Billie Jean King: venció a Bobby Riggs en la “Batalla de los Sexos”.
 - Junko Tabei: primera mujer en escalar el Everest.
 - Edurne Pasabán: primera mujer en coronar los 14 ochomiles.
 - Sabrina Ionescu: récord histórico de triples en la WNBA.
 
Así como estas mujeres derribaron barreras en el deporte y demostraron que el talento no tiene género, en Amnistía Internacional seguimos luchando cada día contra el machismo y la discriminación. Su ejemplo nos recuerda que los avances no se regalan, se conquistan, y que todavía hoy millones de mujeres y niñas ven limitados sus derechos más básicos. Por eso trabajamos en todo el mundo para que puedan ejercerlos plenamente en todos los ámbitos de la vida: en el deporte, en el trabajo, en la escuela o en sus propios hogares. Porque los derechos de las mujeres y las niñas no son negociables.
