El dirigente de la oposición rusa, Aleksei Navalny, y todos los manifestantes pacíficos detenidos tras las manifestaciones multitudinarias celebradas el domingo en todo el país deben ser liberados de inmediato; así lo ha afirmado Amnistía Internacional tras conocerse que Navalny ha sido condenado hoy a cumplir 15 días de cárcel.
“Al detener a cientos de manifestantes, las autoridades rusas han demostrado su profundo desprecio del derecho a la libertad de expresión y de reunión”, ha afirmado Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional Rusia.
“Con la detención de más de un millar de personas en un día y sólo en Moscú, Rusia ha batido su triste récord de detenciones multitudinarias. La delegación de Amnistía Internacional vio cómo la policía empujaba escaleras abajo a personas de avanzada edad, golpeaba a adolescentes y detenía arbitrariamente a periodistas y transeúntes.”
“Aunque hubo informes sobre episodios aislados de violencia ejercida por algunos manifestantes, una mayoría aplastante de las concentraciones celebradas en Moscú y otros lugares fueron pacíficas. Pedimos a las autoridades rusas que respondan de manera proporcionada a estos incidentes y garanticen que todos los casos se abordan de manera justa y abierta ante tribunales competentes. Todos los manifestantes pacíficos deben quedar en libertad de inmediato; ninguna persona debe ser encarcelada sólo por ejercer su derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica.”
Aleksei Navalny ha pasado la noche en la comisaría de policía y ha sido condenado hoy a pagar una cuantiosa multa por diversos cargos relacionados con la organización de la manifestación. A continuación se ha presentado un nuevo cargo en su contra ante el mismo tribunal —desobediencia a la policía por resistirse presuntamente a la detención— por el que ha sido encarcelado.
Agentes del Comité de Investigación ruso se han presentado hoy en varias comisarías de policía de Moscú donde fueron recluidos los manifestantes, lo que indica que van a presentarse cargos o se está estudiando presentarlos contra algunos de ellos.
Información complementaria
El domingo se celebraron manifestaciones contra la corrupción en Moscú y varias decenas de ciudades rusas. De las más de 80 solicitudes de autorización presentadas en toda Rusia para celebrar concentraciones, las autoridades municipales sólo concedieron 21. En Moscú y San Petersburgo, los manifestantes también se echaron a la calle desafiando las prohibiciones de facto.
La delegación de Amnistía Internacional presenció la detención de decenas de manifestantes pacíficos en la plaza Pushkin de Moscú y observó casos de uso excesivo de la fuerza por la policía. En particular, policías antidisturbios rodearon a la gente que se concentraba en las escaleras de la sala de cine Rossiya y empezaron a empujarla escaleras abajo, provocando una estampida y causando más caídas. Aunque Amnistía Internacional no ha presenciado actos de violencia por parte de los manifestantes, informes recibidos indican que un policía de Moscú quedó inconsciente de una paliza y un manifestante fue detenido por dar patadas a un policía en la ciudad de Volgogrado (sur de Rusia).
Según los cálculos de observadores independientes, más de 1.000 personas fueron detenidas en Moscú, 130 en San Petersburgo y varios cientos en otras ciudades. Según información publicada en medios de comunicación, también se practicaron detenciones en las concentraciones celebradas en Cheliabinsk, Kazán, Jabarovsk, Komsomolsk del Amur, Krasnodar, Majachkala, Naberezhnie Chelni, Nizhni Novgorod, Pskov, Samara, Tambov, Vladivostok, Volgogrado, Ekaterimburgo, Yuzhno-Sakhalinsk y otras ciudades.
El político de la oposición Aleksei Navalny fue detenido en la plaza del Triunfo (Triumfalnaya Ploshchad) y pasó la noche en una comisaría de policía antes de comparecer ante un juez. La sede del Fondo Anticorrupción, fundado por él, fue sometida a un registro y toda su plantilla fue detenida por el cargo de desobedecer órdenes legítimas de agentes de policía.