“La justicia ha tardado más de tres décadas en alcanzar a Pedro García Arredondo, pero esta sentencia transmite otro enérgico mensaje de que los responsables de violaciones de derechos humanos cometidas en Guatemala rendirán cuentas de sus actos”, declaró Sebastian Elgueta, investigador de América Central de Amnistía Internacional.
Un tribunal guatemalteco ha condenado a Pedro García Arredondo, ex jefe del Cuerpo de Detectives de la extinta Policía Nacional, a 70 años de prisión por la desaparición y tortura en 1981 del estudiante universitario Édgar Enrique Sáenz Calito, en lo que Amnistía Internacional califica de enérgico mensaje de que, incluso transcurridos treinta años, se puede hacer justicia.
Antecedentes
El 4 de marzo de 1981, agentes del Comando Seis de la Policía Nacional detuvieron al estudiante de agronomía por supuesto atentado contra la seguridad interna de la nación, tras encontrarle en posesión de textos del grupo de resistencia armada Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas. Según los testigos, Sáenz Calito fue llevado al “cuartito” que solía usar el Comando Seis para interrogar a presuntos guerrilleros.La esposa de la víctima, Violeta Ramírez Estrada, declaró al tribunal que visitó a su esposo en un hospital penitenciario tras su detención y que tenía señales de haber sido torturado. Sáenz Calito había sido sometido a palizas, simulacros de ahogamiento y quemaduras de cigarrillos, y le habían aplicado descargas eléctricas en los órganos genitales.
El 9 de junio de 1981 fue puesto en libertad por falta de pruebas, pero minutos después de que saliera del edificio del Comando Seis, cuatro hombres armados vestidos de civil le introdujeron en un vehículo y se lo llevaron.