“En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre escarchaba de azúcar, cebolla y hambre.”
Estos versos forman parte del poema “Nanas de la cebolla” escrito por Miguel Hernández en septiembre de 1939, en la cárcel de Torrijos – Madrid, donde estaba apresado al término de la Guerra Civil española, por haber apoyado la legalidad de la República frente al golpe de estado del 36.
El poema, dedicado a su hijo de pocos meses Manuel Miguel, acompañaba una carta que Miguel Hernández dirigió a su esposa Josefina Manresa, que encabezaba así:
“Esta semana, como las anteriores, llega martes y no ha llegado tu carta. También empiezo a escribir ésta para que me dé tiempo a echarla después, cuando el correo me traiga la tuya, que no creo que falte hoy. Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros y desesperarme”.

© Nieves Gascón
El 30 de octubre se cumplen 115 años del nacimiento de Miguel Hernández y la situación de pobreza, que el poeta sabía que su familia estaba atravesando, está lejos de ser desterrada del día a día de muchas familias españolas en la actualidad. Y como es habitual, las principales víctimas son las mujeres y la infancia.
España lidera la pobreza infantil en Europa: datos 2024-2025
Pobreza infantil: España segunda de la Unión Europea
España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor población en riesgo de pobreza o exclusión social, con un 25,8% de la población en 2024 (12,5 millones de personas), solo superada por Bulgaria (30,3%), Rumanía (27,9%) y Grecia (26,9%), según datos de Eurostat. La desigualdad de ingresos se mantiene elevada, con un índice de Gini de 31,2 en 2024, superior a la media de la UE.
La situación es especialmente crítica en la infancia: España registra la segunda tasa de pobreza infantil más alta de la Unión Europea (34,6%), solo superada por Bulgaria (35,1%), según datos de Eurostat para 2024. Según los últimos datos del INE (Encuesta de Condiciones de Vida 2024), más de 2,7 millones de niños, niñas y adolescentes viven en riesgo de pobreza y exclusión social (34,6%), y 2,3 millones están en pobreza (29,2%). La Comisión Europea ha calificado la situación de pobreza infantil en España como "crítica".
Carencia material severa: récord histórico en 2023
Por otro lado, la carencia material severa afectó en 2023 al 10,8% de la infancia (867.000 niños, niñas y adolescentes), el dato más alto de la serie histórica. Esta situación implica que estos menores viven en hogares que no pueden permitirse cubrir necesidades básicas como consumir proteínas (carne, pollo o pescado) al menos cada dos días, mantener la vivienda con una temperatura adecuada o permitirse unas vacaciones anuales de al menos una semana.
Pobreza energética y crisis habitacional
La pobreza energética continúa afectando gravemente a las familias. El 33% de los hogares españoles no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada en verano, cifra que se eleva al 53% en familias vulnerables. En invierno, el 17% de la población general no puede mantener una temperatura adecuada, aumentando hasta el 60% en familias vulnerables.
En cuanto al acceso a la vivienda digna, España atraviesa una crisis habitacional sin precedentes. Según diversos informes, existe un déficit de 700.000 viviendas. El 30,2% de las personas en hogares con menores están en riesgo de pobreza o exclusión social, una tasa solo superada por Bulgaria y Rumanía en la UE. 5,5 millones de hogares sufren exclusión residencial y el 17,4% de las familias cae bajo el umbral de pobreza severa tras pagar la vivienda.

El derecho a una infancia protegida comienza con los cuidados más básicos: alimentación, salud, educación y afecto. © Freepik
Amnistía Internacional señala el incumplimiento de los derechos de la infancia
Amnistía Internacional pide a las administraciones el obligado cumplimiento de la normativa internacional en materia de derechos de la infancia, contenida en la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. El Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas lleva años manifestando su preocupación por España. En sus Observaciones Finales de 2018, alertó de que el país no había invertido suficientes recursos que garantizasen los derechos humanos de la infancia en educación, salud, vivienda y protección social. Instó a adoptar políticas de protección a familias e infancia vulnerable, incrementar la inversión pública en prestaciones sociales y vivienda, y prestar apoyo específico a la infancia romaní. Siete años después, España debía ser evaluada en septiembre de 2025, pero la crisis de liquidez de la ONU ha provocado la cancelación de la sesión y su reprogramación tentativa para enero de 2026. Esta revisión analizará si España ha cumplido las recomendaciones en un contexto donde la pobreza infantil ha aumentado hasta el 34,6%.
En síntesis, la pobreza infantil es una situación compleja directamente vinculada a factores como falta de inversión pública en recursos de enseñanza, sanidad, situaciones de desempleo de padres y madres, composición familiar (los hogares monomarentales son más vulnerables), el alto coste de la vivienda y la pobreza energética, derivada en ocasiones de la escasez de recursos de protección social y económica a familias, y una débil e inadecuada provisión de recursos de prevención, atención y protección a la infancia y adolescencia más vulnerables.

La pobreza infantil sigue afectando a miles de familias: cada niño y niña tiene derecho a crecer con dignidad. © Freepik
Memoria histórica: de las "Nanas de la cebolla" a la pobreza actual
La sociedad española actual tiene aún una deuda de reconocimiento, de restauración de la verdad y la justicia y de reparación de las víctimas del golpe de Estado del 36 y la dictadura, como Miguel Hernández, que murió de tuberculosis en la cárcel en 1942, debido a las malas condiciones de las cárceles franquistas. Su familia también fue víctima de persecución y vejaciones al terminar el conflicto armado.
En aquel momento también existían miles y miles de niños y niñas desfavorecidos castigados duramente por la pobreza, que sufrieron el internamiento en centros gestionados por el régimen franquista. Además, numerosas mujeres y familias fueron privadas de sus bebés recién nacidos, porque se robaban y vendían a otras familias para adopción, práctica que se ha mantenido, aún en democracia, y hasta los años 90 del siglo XX.
Esperamos que este hermoso poema de Miguel Hernández sirva a la sociedad presente para tomar conciencia de la situación injusta que supone la pobreza y reclame el cumplimiento de los derechos de la infancia y de la memoria histórica.
