El encarcelamiento del destacado activista y jurista chino Xu Zhiyong es una burla. El activista debe ser puesto en libertad de inmediato, ha dicho Amnistía Internacional. El domingo, un tribunal de Pekín condenó a Xu Zhiyong a cuatro años de cárcel por congregar a una multitud para perturbar el orden en un lugar público. Roseann Rife, directora de investigación para Asia Oriental de Amnistía Internacional, ha declarado: “Es una sentencia vergonzosa que, lamentablemente, era de prever. Las autoridades chinas han vuelto a optar por el Estado del miedo en lugar del Estado de derecho." “La injusticia de procesar a Xu Zhiyong es, como mínimo, una hipocresía de primer orden, pues aparentemente su petición de que se saque a la luz la corrupción coincide con las tan anunciadas medidas contundentes del presidente." “Pero el mensaje que se ha hecho llegar hoy desde el tribunal es mucho más profundo: en la China de Xi Jinping, el Partido Comunista mantiene el monopolio del proceso político y cualquiera que se atreva a hablar abiertamente será tratado con dureza." “La persecución de las personas relacionadas con el Movimiento de los Nuevos Ciudadanos demuestra lo mucho que los líderes chinos temen las peticiones de cambio de la opinión pública." “Los llamamientos de Xu Zhiyong en favor de la justicia y la rendición de cuentas son totalmente legítimos. Xu es preso de conciencia y debe quedar de inmediato en libertad incondicional."
