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Debe investigarse la violencia que ha causado víctimas mortales en el campo de Ashraf

La policía iraquí y las fuerzas de seguridad amenazan a los residentes desarmados en el campo de Ashraf, Irak, 2009. © Particular

Londres.- Las autoridades iraquíes deben iniciar de inmediato una investigación independiente sobre las denuncias de que, en un ataque no provocado, tropas iraquíes mataron e hirieron a residentes de un campo para exiliados iraníes en el norte de Bagdad, ha manifestado hoy Amnistía Internacional.

Según la información que hemos recibido, las tropas iraquíes entraron esta mañana en el campo e hicieron un uso excesivo de la fuerza contra los residentes, que intentaron oponer resistencia”, ha declarado Malcolm Smart, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

Se trata de la más reciente de una serie de actuaciones violentas promovidas por el gobierno iraquí contra los habitantes del campo de Ashraf, a cuya presencia continua en Irak se oponen.

Los enfrentamientos comenzaron esta mañana, cuando fuerzas de seguridad iraquíes ocuparon posiciones en el campo utilizando vehículos blindados y, al parecer, dispararon munición real contra residentes que intentaron oponer resistencia, causando un gran número de muertos y heridos. Hasta el momento no se ha podido realizar una comprobación independiente del número de víctimas.

El campo se encuentra en la provincia de Diyala, a unos 60 kilómetros al norte de Bagdad, y alberga a alrededor de 3.400 exiliados y refugiados iraníes, entre los que hay miembros y simpatizantes de la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán, un grupo de oposición iraní prohibido.

Miembros de la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán contaron a Amnistía Internacional que, a causa de las restricciones impuestas por el gobierno iraquí, las instalaciones médicas del campo de Ashraf no disponen del material ni los medicamentos necesarios para tratar a quienes, según ellos, resultaron heridos en los enfrentamientos de hoy.

De ser cierto, es una situación sumamente preocupante”, ha manifestado Malcolm Smart. “Les guste o no, las autoridades iraquíes son responsables de la seguridad y el bienestar de las personas que viven en el campo de Ashraf, y ello incluye ofrecer acceso a tratamiento médico adecuado e inmediato cuando sea necesario.

Los fragmentos de vídeo que la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán ha publicado en YouTube parecen mostrar a soldados iraquíes disparando de forma indiscriminada contra grupos de personas y utilizando vehículos para intentar atropellar a otras.

Un portavoz del gobierno iraquí ha afirmado que los residentes en el campo de Ashraf lanzaron piedras a las fuerzas de seguridad, en lo que calificó de “alboroto”. Según el portavoz, las tropas no abrieron fuego y se limitaron a emplear la fuerza para obligar a los residentes a regresar al campo.

Desde que Estados Unidos cedió el control del campo de Ashraf a las fuerzas de seguridad iraquíes, a mediados de 2009, la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán ha contado a Amnistía Internacional que la constante presencia militar ha dificultado el acceso a tratamiento médico dentro y fuera del campo.

Un comité de seguridad iraquí controla la llegada de suministros médicos al campo y decide quién puede salir de él para recibir tratamiento médico especializado.

En julio de 2009, el gobierno iraquí afirmó que había iniciado una investigación sobre la muerte de seis exiliados iraníes durante una incursión de las fuerzas de seguridad iraquíes en el campo de Ashraf. Las conclusiones de esta investigación aún no se han hecho públicas, y no se tiene constancia de que ningún miembro de las fuerzas de seguridad haya rendido cuentas por los homicidios.

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