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Se tiene que facilitar vivienda y agua a la población romaní

Una niña romaní recoge el agua para su familia todos los días de un arroyo sucio cerca de Dobruška vas, Eslovenia, en septiembre de 2010. Su familia utiliza el agua sucia para lavar, cocinar y beber. © Arne Hodalič
  • Amnistía Internacional lanza su campaña global por la población romaní en Eslovenia como parte del Día Mundial del Agua, que tendrá lugar el próximo 22 de marzo de 2011.
Londres.- Amnistía Internacional pide a las autoridades eslovenas que protejan a sus comunidades romaníes frente a la discriminación, tras publicar hoy un informe en el que se evidencia que se les está negando el apropiado acceso a vivienda, agua y saneamiento adecuados.
Algunas familias romaníes de Eslovenia disponen de una cantidad de agua inferior a la mínima considerada necesaria para las personas que se encuentran en circunstancias de emergencia humanitaria, denuncia Amnistía Internacional en su publicación Vidas paralelas: población romaní sin derecho a vivienda y agua en Eslovenia. Según el informe presentado por Amnistía Internacional, muchas de estas familias viven hacinadas en chozas de precaria construcción en asentamientos rurales aislados y segregados, lejos de servicios de atención a la salud, escuelas, puestos de trabajo y comercios. “La discriminación continuada que sufre la población romaní condena a muchas de estas personas a vivir en lugares que no disponen de servicios públicos básicos. Esto afecta a todos los aspectos de su vida, desde la salud hasta la educación de sus hijos e hijas, pasando por las oportunidades de encontrar un empleo”, ha declarado Nicola Duckworth, directora del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional. “Algunos municipios se niegan a ofrecer servicios públicos a la población romaní porque consideran que sus asentamientos son ‘irregulares’, a pesar de que estas familias llevan viviendo en ellos desde hace décadas, y el gobierno se ha desentendido del problema”. “El gobierno esloveno debe actuar para poner fin a la discriminación que sufre la población romaní, y debe garantizar que se respetan sus derechos humanos y que sus necesidades básicas quedan cubiertas”. Eslovenia es un país altamente desarrollado y disfruta de un PIB per cápita superior a la media de la Unión Europea. Prácticamente el total de su población tiene acceso a agua apta para el consumo, mientras que muchas de las comunidades romaníes a duras penas consiguen pequeñas cantidades de agua para beber, cocinar, y para el aseo personal y de las familias. La media de consumo de agua por persona al día es de 150 litros, cantidad que asciende a los 300 litros al día en los centros urbanos. Sin embargo, según una encuesta realizada el año pasado, entre el 20 y el 30 por ciento de los asentamientos romaníes del sureste del país no disponen de agua corriente. Amnistía Internacional tiene conocimiento de la existencia de familias romaníes que únicamente pudieron reunir entre 10 y 20 litros de agua por cada miembro de la familia para beber, cocinar y para el aseo personal, recogidos de fuentes ubicadas a gran distancia de los asentamientos y, en algunos casos, incluso de riachuelos contaminados.

La población romaní con frecuencia no tiene otra opción que vivir en asentamientos, dada la discriminación a la que se enfrentan cuando intentan comprar o alquilar una vivienda. A pesar de que el Estado y los municipios tienen la responsabilidad de ofrecer un alojamiento adecuado a las comunidades romaníes, muchas familias tienen grandes dificultades, o encuentran imposible, acceder a viviendas sociales u obtener permisos para mejorar las casas en las que residen. Asimismo, viven con el temor de ser víctimas de desalojos forzosos y raramente se les consulta o informa sobre las alternativas que tienen a su disposición. Amnistía Internacional insta a las autoridades eslovenas a:
  • Mejorar las inadecuadas condiciones de vivienda en las que viven las comunidades romaníes, permitir la regularización en los casos en que sea posible, y ofrecer alternativas de vivienda.
  • Garantizar la seguridad de tenencia a todos los habitantes de asentamientos informales y ofrecer opciones alternativas de vivienda, consultando a las comunidades romaníes afectadas, y siempre que éstas no provoquen una mayor segregación.
  • Garantizar, de forma inmediata, un nivel mínimo esencial de agua apta para el consumo en todos los asentamientos romaníes.
El gobierno esloveno debe, igualmente, ofrecer a la población romaní remedios legales efectivos para contrarrestar la discriminación que sufren”, ha manifestado Nicola Duckworth. TestimoniosDanilo Hudorovic y su familia viven en una casa de dos habitaciones en el asentamiento informal romaní de Gorica vas, con un total de unos 70 habitantes. Este asentamiento no cuenta con suministro de agua corriente, ni electricidad; no tiene baños, ni alcantarillado, ni sistemas de desagüe. Danilo relató para Amnistía Internacional: "Mi hijo de cuatro años tiene que tomar antibióticos con mucha frecuencia, porque se pone enfermo muy a menudo. Estos antibióticos hay que guardarlos en el frigorífico. No tenemos electricidad. Tengo que ir en coche tres veces al día, incluso a media noche, para que mi suegra me dé los medicamentos que necesita mi hijo. Nuestro bebé tiene tan sólo unos pocos meses. Ella está siempre enferma. No sé cómo vamos a sobrevivir este invierno. Intenté solicitar un alquiler subvencionado de vivienda, pero me respondieron que el municipio de Ribnica no dispone de ningún apartamento vacío y que no había abierta ninguna convocatoria pública para recibir solicitudes." Una mujer romaní de Žabjak, en Novo Mesto, contó a Amnistía Internacional: "En invierno me tengo que levantar muy temprano por las mañanas para encender un fuego junto a la choza y calentar el agua de los niños para su aseo personal antes de ir al colegio. En invierno se hace de noche muy pronto y no hay luz. Una vez, una vela casi nos quema la casa." Ruža Brajdic, niña de 12 años que vive en el asentamiento informal romaní de Žabjak, en Novo Mesto, sin agua corriente, electricidad, ni servicios de saneamiento, dijo a Amnistía Internacional: "No voy a la escuela porque estoy sucia y huelo mal. Los niños se ríen de mí y me insultan." Información complementaria La población romaní lleva viviendo en el territorio que ocupa Eslovenia en la actualidad desde el siglo XIV. Se calcula que la población romaní oscila en la actualidad entre las 7.000 y las 12.000 personas, cifra que representa aproximadamente el 0,5% del total de la población del país. La mayoría de la población romaní está concentrada en el sureste y el noreste de Eslovenia, pero también viven en centros urbanos, incluida la capital, Liubliana. En algunas zonas, la tasa de desempleo entre la población romaní supera el 90%.

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