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El anuncio de la suspensión de las lapidaciones es un paso positivo si se lleva a la práctica

Amnistía Internacional alerta de que dos menores corren riesgo de ejecución inminente en torno al 12 de agosto
Madrid/Londres.- Amnistía Internacional ha acogido con satisfacción el anuncio efectuado por el portavoz de la magistratura iraní de que las ejecuciones por lapidación han quedado suspendidas, y que en consecuencia se habían conmutado las condenas impuestas a varias mujeres. Sin embargo, la organización recuerda que Irán sigue siendo uno de los máximos ejecutores del mundo y que es el principal verdugo de menores, de tal manera que existen al menos 85 menores de edad condenados a muerte en el país. “La lapidación es una práctica atroz, concebida para aumentar el sufrimiento de las personas que se enfrentan a la ejecución, y no tiene cabida en el mundo moderno”, ha afirmado Amnistía Internacional. “Esperamos que las autoridades iraníes garanticen que esta pena terrible no se vuelva a utilizar jamás.” La organización ha advertido que las autoridades deben garantizar que no se trata de una “promesa vana”. No pusieron fin a esta práctica después de que el ayatolá Shahroudi, presidente de la magistratura de Irán, anunciase la suspensión de las lapidaciones en diciembre de 2002. Al menos una ejecución por lapidación se llevó a cabo en 2007 y dos en 2006. “Si este anuncio se confirma en la práctica, representará una victoria muy importante para los defensores y defensoras de los derechos humanos iraníes que recientemente organizaron su propia campaña, “Detengan las lapidaciones para siempre”, y un gran paso adelante para los derechos humanos”, ha afirmado Amnistía Internacional. “Ahora es preciso que las autoridades iraníes emprendan acciones adicionales para poner fin a otras penas crueles e inhumanas como la flagelación y la amputación de miembros, así como otras medidas para reducir el uso de la pena de muerte.” Una promesa que todavía ha de cumplirse En enero de 2008, Amnistía Internacional publicó un informe titulado Irán. Detener las ejecuciones por lapidación (MDE 13/001/2008). El Código Penal vigente en Irán prescribe la ejecución por lapidación como pena por adulterio cometido por personas casadas. Incluso establece que las piedras deben ser lo bastante grandes para causar dolor pero no tan grandes que maten a la víctima inmediatamente. La mayoría de las personas condenadas a muerte por lapidación son mujeres. Amnistía Internacional lanza una acción para evitar la ejecución de dos menores A pesar de las buenas noticias, Amnistía Internacional está siguiendo de cerca en estos momentos la posible ejecución inminente de dos personas acusadas de homicidio cometido cuando eran menores de edad. Behnoud Shojaee, de 20 años, y Mohammad Feda’i, de 21 años, corren grave riesgo de ser ejecutados en torno al próximo 12 de agosto. Ambos fueron condenados a muerte después de juicios con graves deficiencias.   Por este motivo, Amnistía Internacional ha puesto en marcha una ciberacción en www.actuaconamnistia.org instando a las autoridades iraníes a que conmuten la condena a muerte de Behnoud y Mohammad, y a que abolan la pena de muerte aplicable a todos los delitos cometidos por personas menores de 18 años. Hasta el momento, se han recogido más de 60.000 firmas que apoyan la iniciativa de la organización. “Pedimos a Irán que ponga fin, de una vez por todas, a estas ejecuciones, incluidas las de los al menos 85 menores más que permanecen condenados a muerte”, ha declarado Amnistía Internacional. “Para empezar, estos menores no deberían haber sido condenados a muerte, ya que Irán se ha comprometido a ello al firmar tratados internacionales que prohíben la ejecución de menores.” Irán es Estado Parte en la Convención sobre los Derechos del Niños y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, tratados que prohíben expresamente la ejecución de menores en el momento de cometer el delito. Sin embargo, desde 1990 ha ejecutado al menos a 30 menores, ocho de ellos en 2007 y al menos cuatro en lo que va de año. En 2007, Irán fue el segundo estado que más personas ejecutó en el mundo, con al menos 335 personas ejecutadas, aunque casi con seguridad la cifra real fue superior. En lo que va de año, se ha ejecutado ya a 191 personas. Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos por ser la forma más extrema de pena cruel, inhuma y degradante, tanto más cuando se trata de personas condenadas por delitos cometidos antes de los 18 años.

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