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Dejen de ejecutar a civiles para lograr éxitos militares

La población civil sigue sufriendo abusos en Siria. © Susanne Keller
La población civil que vive en las proximidades de bases de combatientes de la oposición en la gobernación de Tartous corre el riesgo de ser víctima de ejecuciones sumarias a manos de las fuerzas afines al gobierno, ha declarado Amnistía Internacional. Tras el homicidio deliberado de 13 miembros de la misma familia en el pueblo de Al Baydah, la organización ha instado al gobierno sirio a que ponga fin de inmediato a todas las ejecuciones extrajudiciales. “La muerte de 13 civiles de la misma familia, mujeres y niños incluidos, en un solo pueblo es deplorable”, ha manifestado Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional. El pasado fin de semana se encontraron los cuerpos de tres hermanos con heridas de bala enfrente de su casa, en este pueblo de la región occidental de Siria. Dentro de la vivienda fueron halladas cuatro mujeres de la familia y seis niños de entre dos y 13 años. Los homicidios se cometieron poco después de que las fuerzas afines al gobierno se enfrentasen a combatientes de la oposición cerca de la casa. El incidente se produjo tres meses después del homicidio masivo de más de 250 civiles, el pasado mayo, en el mismo pueblo y en la ciudad vecina de Banias. “Esto hace pensar que los ataques contra la población civil de Al Baydah y Banias, sobre todo la que está próxima a los combatientes de la oposición, son una táctica deliberada para desplazar forzosamente al mayor número posible de civiles y dejar así a los combatientes de la oposición más expuestos y sin base de apoyo local”, añadió Philip Luther. Amnistía Internacional ha pedido que se ponga fin a todos los ataques contra la población civil. La organización considera a las autoridades sirias responsables directas de las violaciones que cometen las milicias respaldadas por el gobierno. Según las investigaciones de Amnistía Internacional sobre los incidentes del 2 y el 3 de mayo, las fuerzas progubernamentales estaban tras la muerte de al menos 138 personas en Banias y de 130 en Al Baydah. A tenor de los testimonios de supervivientes y testigos presenciales recabados por la organización, en ambas localidades los atacantes hicieron una redada casa por casa y detuvieron a los habitantes. Luego alinearon en la calle a hombres desarmados, mujeres y niños  y les dispararon a quemarropa. Otros fueron asesinados a tiros en sus casas. Además, saquearon e incendiaron un número no especificado de viviendas. Una mujer cuyo esposo y dos hijos fueron asesinados en Al Baydah dijo que 10 hombres vestidos con uniformes militares de faena abrieron la puerta de su casa a patadas. Uno de ellos apuñaló a su esposo con una bayoneta. A ella la amenazaron varias veces con violarla y luego sacaron a sus dos hijos, a su esposo y a otro hombre y les mataron a tiros en la calle. Otro superviviente contó que les detuvieron a él y a un amigo cuando trataban de huir por la carretera de Latakia a Tartous. Unos hombres vestidos con uniformes militares los llevaron a un puesto de control, les arrojaron al suelo boca abajo y empezaron a darles puntapiés, pisotones y golpes. “Nos pegaron tanto que pensé que iba a morir”, dijo el superviviente. Luego dijo que les rociaron con gasolina y les prendieron fuego: “Trajeron una botella grande de dos litros de gasolina, la vertieron sobre Louay y le prendieron fuego… en segundos, mientras caía, le dispararon en la cabeza y se desplomó. Quedaba un poco de gasolina en la botella, así que me la vertieron encima y me prendieron fuego… Empecé a arder… Empecé a quitarme la ropa, la chaqueta… luego corrí hacia los cultivos… Después empezaron a dispararme… Seguí corriendo y corriendo… No sé cómo lo conseguí.” En el distrito de Ras al Naba de Banias, testigos presenciales dijeron que habían visto cadáveres apilados en las calles y civiles detenidos por las fuerzas progubernamentales. Un residente dijo que había visto a las fuerzas progubernamentales disparar contra una familia, incluida una mujer y dos niños, que estaba agachada en una esquina junto a una pared. Aparentemente después quemaron los cuerpos. “Al parecer, las fuerzas progubernamentales atacan a los civiles en estas zonas con total impunidad”, dijo Philip Luther. “Los investigadores de la ONU deben tener acceso inmediato a Siria para investigar todos los homicidios de civiles cometidos desde que comenzó el levantamiento en 2011.”

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