Amnistía Internacional entrega 40.000 firmas pidiendo que no se ejecute a Hakamada

Esta mañana, Amnistía Internacional ha entregado en la Embajada de Japón más de 40.000 firmas recogidas en toda España pidiendo que no se ejecute a Iwao Hakamada, la persona que más tiempo lleva en el corredor de la muerte en el mundo. Estas firmas han sido recogidas por la organización a lo largo de numerosos actos en contra de la pena de muerte desarrollados en todo el territorio español durante el último trimestre de 2011 y a través de la página web www.actuaconamnistia.org. Junto a las miles de firmas, los activistas de Amnistía Internacional han entregado un panel con las más de 250 fotografías recogidas por la organización durante los meses de octubre y noviembre de 2011, y en las que se expresa la solidaridad de la sociedad española con Iwao Hakamada. Amnistía Internacional ha trasladado a la embajada japonesa su preocupación por el caso de Hakamada, condenado a muerte desde hace 43 años. Según la organización, se trata de la persona que más tiempo lleva en el mundo a la espera de ejecución y, debido a las condiciones en las que se encuentra recluido, padece una enfermedad mental. Además, su juicio no cumplió con las normas internacionales sobre juicios justos y la condena se produjo sobre la base de una confesión obtenida bajo coacción. Por estos motivos, la organización pide a las autoridades japonesas que hagan cuanto esté en su mano para que Iwao Hakamada no sea ejecutado y para que,  como mínimo, se celebre un nuevo juicio de acuerdo a las normas internacionales. La organización de derechos humanos también resalta la necesidad de dar pasos concretos en favor de la abolición de la pena de muerte en Japón. Por otra parte, la organización ha mostrado su satisfacción por el hecho de que el pasado 5 de diciembre, la fiscalía japonesa decidió desclasificar 176 pruebas en relación con el caso de Iwao Hakamada. La desclasficación de estas pruebas podría significar un primer paso hacia la celebración de un nuevo juicio. Una de estas pruebas está relacionada con el ADN encontrado en las ropas que, presuntamente, llevaba Iwao Hakamada en el momento del crimen. Se trata de una noticia esperanzadora, pues una de las pruebas presentadas en el juicio fueron las prendas de vestir manchadas de sangre que se hallaron en la fábrica en la que trabajaba el condenado. Estas ropas eran demasiado pequeñas para que fueran las que llevaba puestas Iwao Hakamada.