- A pesar del crecimiento económico de países como Brasil, México e India, a las comunidades indígenas y otros grupos marginados se les han negado derechos básicos para vivir una vida digna.
- Cientos de miles de personas de barrios marginales y comunidades urbanas se han visto forzadas al desarraigo en nombre del desarrollo económico.
- El hambre y las enfermedades han aumentado debido a la drástica subida de los precios de los alimentos, y los gobiernos –en particular los de Myanmar, Corea del Norte y Zimbabue– han utilizado la comida como arma política.
- Ha continuado la discriminación y la violencia contra las mujeres.
- En respuesta a las presiones migratorias, los países de acogida y de tránsito han adoptado medidas aún más restrictivas para mantener a los migrantes fuera de sus fronteras. La UE ha llevado la iniciativa en esta actitud, en connivencia con gobiernos como los de Mauritania, Marruecos y Libia.
NOTAS PARA LOS PERIODISTAS