Tribunal Superior de Maldivas ha anulado hoy la condena de 100 latigazos y arresto domiciliario impuesta a una niña de 15 años por el “delito” de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
“Por supuesto, esta condena debía ser anulada. Nos alivia que la niña se libre de este ‘castigo’ inhumano basado en una indignante declaración de culpabilidad, que esperamos que se haya anulado también” Polly Truscott, directora adjunta del Programa para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.
“Para empezar, nadie debe ser procesado por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Y las víctimas de abuso sexual necesitan ayuda psicológica, no castigo. El gobierno debe asegurarse de que esta niña cuenta con acceso continuado a servicios de apoyo adecuados”.
“La flagelación viola las normas más básicas que prohíben la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes. Las autoridades de Maldivas deben cumplir las obligaciones que han contraído en virtud del derecho internacional. Esto significa que deben dictar urgentemente una suspensión de las penas de flagelación, anular todas las penas de este tipo que estén pendientes, y asegurarse de que el Código Penal no permite el procesamiento o el castigo por ‘fornicación’”.