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Amnistía Internacional denuncia la pasividad de las autoridades en el tráfico de mujeres y niñas para la prostitución en Kosovo

Londres.- “El tráfico de mujeres y niñas constituye un grave problema en Kosovo que las autoridades no han sabido atajar. La comunidad internacional es responsable del crecimiento de la industria del sexo basada en el abuso del tráfico de mujeres y las autoridades locales también tiene su parte de responsabilidad porque no han actuado con eficacia para detener este grave abuso”, ha declarado hoy Amnistía Internacional. Las mujeres que son objeto de prostitución forzada son vulnerables por la grave situación económica que hay en la zona. Muchas mujeres llegan a Kosovo desde Moldavia, Rumanía o Ucrania engañadas por la promesa de un trabajo en otro país. “Cuando entran en contacto con redes de prostitución, son violadas, raptadas, secuestradas, víctimas de tortura y sufren las violaciones de derechos humanos más flagrantes. Muchas no denuncian estos abusos porque no encuentran la debida protección por parte de las autoridades”, afirma la organización. Estas son las conclusiones del Informe: “¿Significa eso que tengo derechos?” Proteger los derechos humanos de las mujeres y niñas objeto del tráfico para la prostitución forzada en Kosovo, que hoy ha presentado Amnistía Internacional. Desde el despliegue en julio de 1999 de la Fuerza Internacional de Seguridad (KFOR) y el establecimiento de la Misión de Administración Provisional de Naciones Unidas (UNMIK), se ha registrado un incremento sin precedentes de la industria del sexo basada en el tráfico de mujeres y niñas. Según ha documentado Amnistía Internacional y según ha denunciado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), muchos de los clientes de estas mujeres eran los militares de estas fuerzas internacionales, estando algunos de ellos implicados en el proceso de tráfico. En los años 1999 y 2000 el 80% de la clientela de estas mujeres lo constituía la comunidad internacional. En 2002 esta cifra descendió a un 30%, aunque era esta misma comunidad internacional la que generaba el 80% de ingresos esta industria. Actualmente, la mayoría de la clientela son hombres varones naturales de la zona. Cuando las mujeres o niñas logran escapar de quienes trafican con ellas o son “rescatadas” por la policía, muchas de ellas ven vulnerados sus derechos por quienes se encargan de hacer cumplir la ley, las instituciones de justicia y otras agencias. A algunas se las ha detenido por ejercer la prostitución, a otras se les ha reconocido la condición de víctimas del tráfico de mujeres, pero se les ha negado su derecho a obtener reparación y resarcimiento por los abusos sufridos. Otras, tras declarar ante un tribunal se han encontrado con escasa o nula protección. Las autoridades locales han reaccionado con lentitud ante este problema y rara vez se ha procesado a ningún traficante. Según las organizaciones locales y la propia OIM, hoy persisten denuncias de complicidad oficial. Además, Organizaciones no gubernamentales han detectado que muchas niñas y mujeres albanokosovares están llegando a países de la Unión Europea, como Italia, Holanda o Reino Unido, a través de redes de tráfico de mujeres para la prostitución forzada. “El tráfico de mujeres y niñas para la prostitución forzada es una de las formas de violencia contra la mujer más generalizada y omnipresente”, asegura Amnistía Internacional Peticiones Amnistía Internacional a las autoridades de Kosovo •  Que apliquen las medidas necesarias para acabar con el tráfico de mujeres y que se ataje la violación de derechos que padecen estas mujeres. •  Que se proteja a las mujeres víctimas de este tráfico y se las indemnice por los abusos padecidos. •  Que se juzgue al personal de la KFOR y UNMIK y a todos aquellos implicados en abusos contra los derechos humanos y delitos comunes en relación con el tráfico de mujeres y niñas. Peticiones a la Comunidad Internacional •  A la ONU y la OTAN; que apliquen medidas para que se garantice el procesamiento de cualquier miembro civil o militar de las fuerzas de mantenimiento de la paz si están implicados en el tráfico de mujeres. A la UE, que se garantice la protección de los derechos de las mujeres que son objeto de tráfico.

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